BUENOS AIRES, 19 Jul. (Notimérica/EP) -
Se llamaba Lupo. Era un pastor alemán nacido en el año 1981 que tenía todas las cualidades de un gran perro de rescate que viajaba allá donde se requerían los servicios de asistencia.
En la mañana del 18 de julio de 1994, hace ahora veinte años, Juan Carlos Lombardi, presidente de la Asociación Civil de la Escuela Canina de Catástrofes, recibió la llamada de un vecino para contarle lo que había pasado a las diez de la mañana.
Un coche bomba había hecho explotar la sede de la AMIA en Buenos Aires, la sede de la mutual judía situada en el porteño barrio de Once. El ataque dejó 85 muertos y más de 300 heridos.
Uno de los héroes anónimos de esas jornadas fue Lupo, único perro rescatista residente en Argentina. Estuvo arriba de los escombros 48 horas y ayudó a localizar a quienes todavía estaban con vida.
Veinte años después del atentado, Juan Carlos Lombardi recuerda y homenajea el trabajo de este héroe en un vídeo realizado por la Agencia Nacional de Noticias Jurídicas Infojus.
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"Cuando llegué la AMIA lo primero que ví fue un caos impresionante, una multitud de gente gritando, buscando sus familiares, y el perro inmediatamente localizó dos o tres víctimas en el segundo piso del edificio". A continuación localizó a una persona en un ascensor, en la parte de abajo de un sótano, y a otra en frente del edificio siniestrado.
"Yo no le entendía", cuenta Lombardi, ya que el perro bajaba de los escombros y se iba enfrente. "A la tercera vez que ví que no me obedecía e iba donde estaba toda la multitud de gente, lo observé cómo entraba en uno de los locales donde había otra persona", comenta emocionado Lombardi, quien vuelve a recorrer la zona de la tragedia a la que no regresaba desde hace veinte años.
Lupo falleció a los tres años del atentado de la AMIA. Fue el primer perro de rescate que estuvo en la República Argentina y lo homenajearon con el logo de la institución con gran honor. Allí está su imagen.
"Yo a toda la gente le digo siempre que no miren el lado de la bandera, el lado religioso, nosotros estamos para salvar vidas, nada más", dice Lombardi. Algo que entendió muy bien Lupo.