ASUNCIÓN, 6 Jul. (Notimérica) -
Los ciudadanos de Ñemby, pueblo paraguayo ubicado a 10 kilómetros de Asunción, sufrieron durante más de 50 años terremotos diarios provocados por la industria minera. Ahora, han recuperado el cerro dónde se producían las explosiones de las rocas, que tras más de 50 años en la colina solo queda un agujero de unas 12 hectáreas que se está llenando de agua.
En el año 1961, el dictador Alfredo Stroessner decidió ceder la localidad de Ñemby a la industria minera que estaba interesada en extraer rocas. Todos los paraguayos que residían en el terreno que ocupaban la colina fueron expulsados de sus casas a la fuerza.
En 2007 esos mismos paraguayos se cansaron de los temblores y la contaminación producida por la actividad minera y le exigieron al estado de Paraguay que suspendiera las concesiones a las empresas mineras.
"Nosotros diariamente hemos vivido terremotos provocados. La tierra temblaba cada vez que había una explosión de dinamita. Se movían las paredes y los techos, esa era nuestra historia", ha asegurado el presidente de la Comisión por la Recuperación del Ñemby, Hugo Céspedes a 'Sputniknews'.
Este martes día 4 de julio, el gobierno paraguayo ha emitido un decreto en el que se le devuelve a los ciudadanos de Ñemby la concesión del cerro.
Las consecuencias de más de 50 años de explosiones en las rocas se aprecian en la zona con grietas en las paredes, techos frágiles e incluso edificaciones como la escuela local se encuentra en peligro de derrumbe.
Además, la excavación provocó que se hiciera un agujero en una de las reservas acuáticas subterráneas más importantes del país, la cual esta ubicada en la zona excavada. Los ciudadanos tienen que plantearse soluciones para evitar que el agua de la reserva siga saliendo a la superficie.
A pesar de que la localidad vuelve a ser de los paraguayos queda muchos asuntos pendientes, entre ellos, lo que se va a hacer con el agujero de 12 hectáreas. "Vamos a realizar audiencias públicas para escuchar a toda la gente y ver qué es lo que se pretende hacer", ha indicado Céspedes.
Remediar 50 años de agresión al ambiente así como el sentimiento de los paraguayos que fueron expulsados de sus propias casas no es sencillo, todavía queda mucho trabajo por realizar pero por lo menos, los habitantes de Ñemby ya no sufren terremotos diarios.