Actualizado 09/11/2014 14:57

El hijo de Pablo Escobar asegura que su padre se suicidó

El hijo de Pablo Escobar asegura que el narco se suicidó:
Foto: MARCOS BRINDICCI / REUTERS

BOGOTÁ, 6 Nov. (Notimérica) -

   Casi 30 años después de la toma del Palacio de Justicia de Bogotá, Colombia, en la que murieron 98 personas, el hijo del famoso narcotraficante colombiano Pablo Escobar, Juan Pablo Escobar, recuerda los hechos que marcaron su vida desde que nació hasta la muerte del narcotraficante en su libro 'Pablo Escobar, mi padre', asegurando que el capo no murió asesinado en un tiroteo, sino que se suicidó.

   Juan Pablo Escobar, cuyo nombre es ahora Sebastián Marroquín, ha guardado silencio durante 21 años para dar a conocer la influencia de su padre en la historia de Colombia y otros países, apoyado por testimonios de su madre y otras personas vinculadas con Escobar ya que, por aquel entonces, Marroquín era sólo un niño, según ha informado 'W Radio'.

   Una de las afirmaciones principales del libro es que el famoso narcotraficante no murió por una bala del jefe paramilitar colombiano Carlos Castaño, quien efectivamente le disparó pero no le causó la muerte.

   Tal y como refleja en el libro Marroquín, su padre recibió dos tiros certeros el 2 de diciembre de 1993, uno en el hombro y otro en el muslo izquierdo, pero no fue eso lo que acabó con su vida --también llevaba un chaleco antibalas--, sino un tiro que el propio Escobar se pegó a sí mismo en el oído.

   "Habíamos hablado varias veces sobre ello, mi padre prefería una tumba en Colombia antes que una celda en Estados Unidos", asegura Marroquín. Aunque en algunos momentos su padre dudó de su propia valentía para quitarse la vida llegado el momento, el capo había hablado con varios médicos para saber dónde debía dispararse para morir en el acto.

   Si bien es cierto que aún hay dudas sobre la rigurosiad de la necropsia de Escobar, también es verdad que Marroquín asegura que la muerte de su padre se debió a un suicidio, ya que en alguna ocasión Escobar le había dicho a su hijo que en su pistola había sitio para 15 disparos, de los cuales 14 eran para sus enemigos y el último era para él. "Siempre lo tuvo muy asumido, estaba dispuesto a suicidarse y no se iba a dejar capturar con vida".

   Para escribir el libro, que cuenta con la editorial Planeta, Marroquín asevera haber llevado a cabo una investigación profunda e íntima para descubrir al personaje de su padre y darlo a conocer con rigurosidad periodística y judicial, pues "con todo el respeto" asegura que hasta ahora no se ha escrito un libro ni existe vídeo que relate la vida de su padre como lo ha hecho él en 'Pablo Escobar, mi padre'.

MOMENTOS DE LA INFANCIA DE SEBASTIÁN MARROQUÍN

   Aunque Marroquín era muy pequeño y no comprendía ciertas cosas, era consciente de que vivían con muchas comodidades y no veía nada extraño en ello.

   En 1984 murió el ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, cuando Marroquín tenía sólo siete años. A partir de entonces su familia comenzó a vivir en la clandestinidad y él se preguntó muchas cosas, algunas de las cuales eran respondidas por su padre y otras no. Desde entonces comenzaron a "huir de manera permanente".

   El hecho de vivir en clandestinidad hizo que el joven Escobar no pudiera elegir con quién rodearse, por lo que convivía con los sicarios de su padre (Tyson, los hermanos Mosquera y otros tantos).

   Otros padres de familia no le permitían jugar con sus hijos, así que no tenía opción. Además Marroquín asegura que aunque se crió con esas personas le quedó muy claro la educación que le daba su padre: "Paradójicamente me aconsejaba que hiciera las cosas bien y que no llevara su misma vida, que estudiara".

   A los 11 años, Marroquín ya tenía 30 motos de alta velocidad y a los 13 un apartamento propio. Como él mismo dice "teníamos un caudal de dinero que parecía no tener fin".

   Marroquín nunca participó en las actividades criminales de su padre: "Mi padre tenía gente de sobra y yo no era uno de sus hombres, sino su hijo. Me cuidaba permanente de sus vicios, y años después me enteré de que tenía amenazados a una gran parte de sus empleados que de ninguna manera fueran a consumir marihuana o ningún otro tipo de droga delante de mi, para mantenerme alejado de toda esa realidad". Escobar le dio a su hijo la libertad de elegir lo que él quería para su vida.

   Marroquín asegura que ha contado su vida en el libro 'Pablo Escobar, mi padre' "no para hacer alarde, sino para ilustrar unos momentos que fueron fantasía, para que nadie lo repita", pues el eje de su padre era el narcotráfico, junto con el poder y el dinero.

OTROS ENTRESIJOS DE LA VIDA DE PABLO ESCOBAR

   La carrera del capo comenzó falsificando diplomas de bachiller, y uno de sus abuelos ya tenía antecedentes cuando él era pequeño por contrabando de whisky.

   Una de sus costumbres era llevar abrochado el primer botón de la camisa por debajo del pecho, cortarse el pelo a sí mismo y darse baños de muy larga duración. Tardaba 45 minutos en lavarse los dientes.

   El hermano de Escobar cuyo alias era 'el Osito', Roberto de Jesús, le traicionó, y él murió sabiéndolo de tal manera que incluso le dijo a Marroquín antes de separarse: "Cuida de la niña --su hermana pequeña, Manuela--, porque si Roberto se queda sin plata es capaz de secuestrarla".

   La organización criminal dedicada al tráfico de cocaína conocida como el Cartel de Cali no mató a Marroquín gracias a "un milagro", como él mismo indica, ya que le habían sentenciado a muerte. Gracias a las súplicas de su madre, Victoria Eugenia Henao, 'La Tata', que ofreció su propia vida a cambio de la de su hijo y prometió que éste "no se saldría del camino del bien", Marroquín conservó su vida y ahora se describe como "un arquitecto que busca la paz de manera permanente".

   Dueño del Aeropuerto Olaya Herrera en Medellín, Colombia, Escobar fue responsable del transporte de animales exóticos que compraban en zoológicos de Estados Unidos y trasladaban al aeropuerto de Nápoles. Uno de los casos que recuerda Marroquín es el traslado de dos elefantes por valor de dos millones de dólares.

   El líder guerrillero que perteneció al M-19 --movimiento guerrillero que se originó el 19 de abril de 1970 por un fraude electoral en Colombia--, Pablo Catatumbo, fue empleado de Escobar en una estación de gasolina en Miami (Estados Unidos), porque el capo le ayudó económicamente en un momento de dificultad y le empleó para surtir de gasolina a los coches que repartían la droga que él controlaba, por lo que Marroquín asegura que no le involucró con el narcotráfico de manera directa.

   Escobar también participó activamente en la financiación y planificación de la toma del Palacio de Justicia de Colombia, y es cierto que donó un millón de dólares para ayudar a que se efectuara el plan.

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