MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio realizado por el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), el Servicio de Investigación Agrícola del USDA (USDA-ARS) y RTI International (RTI), en Estados Unidos, proyecta que el hambre crónica y oculta a nivel mundial aumentará los años de vida perdidos debido a la mortalidad prematura y los años vividos con discapacidad, también conocidos como años de vida ajustados a la discapacidad (AVAD), en todo el mundo en más de 30 millones para 2050 en relación con 2010. Los efectos previstos del cambio climático sobre la disponibilidad y el acceso a los alimentos nutritivos agravarán este cambio en los AVAD en casi un 10%.
Los investigadores publican sus resultados en un artículo en 'The American Journal of Clinical Nutrition', indicando además que los responsables políticos podrían contrarrestar al menos los impactos del cambio climático con mayores inversiones en los sistemas alimentarios ahora.
"La inversión en I+D agrícola, los sistemas de riego, el acceso al mercado y las infraestructuras son esenciales para contrarrestar los efectos de los factores que aumentan los AVAD en las próximas décadas--apunta Robert Beach, economista principal y miembro del RTI--. Para satisfacer las necesidades y requerimientos nutricionales de la sociedad, es importante que los responsables políticos inviertan más ampliamente en los sistemas alimentarios, en lugar de centrarse en la producción de calorías. Fortalecer los sistemas alimentarios ahora, junto con la salud, la educación y las oportunidades de empleo puede reducir los efectos del cambio climático y el crecimiento de la población en el hambre mundial".
Según las estimaciones previas a la pandemia, el 10% de la población mundial pasa hambre o se enfrenta a una grave inseguridad alimentaria. A medida que el cambio climático y el crecimiento de la población siguen perturbando los sistemas alimentarios, los investigadores descubrieron que alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU de 'Hambre Cero' para 2030 se está convirtiendo en un enorme desafío si no se toman medidas políticas extraordinarias.
"Las mejoras en los sistemas alimentarios pueden disminuir significativamente el hambre, pero nuestras proyecciones muestran que el crecimiento de la población superará esas mejoras en los niveles actuales de inversión, especialmente en África al sur del Sahara", Timothy Sulser, científico principal del IFPRI.
"El cambio climático agrava las presiones sobre los sistemas alimentarios para ofrecer dietas saludables a todo el mundo, pero invertir en los sistemas alimentarios puede reducir los años perdidos que proyectamos, especialmente en el sur y el este de Asia", añade.
Los escenarios examinados en el estudio muestran que para evitar un aumento de los AVAD debido al cambio climático se requiere una estrategia de inversión integral por parte de los responsables políticos y de la toma de decisiones a nivel mundial. Según el estudio, un aumento de la inversión de 25.500 millones de dólares anuales compensaría con creces los efectos negativos del cambio climático sobre los AVAD.
El uso de los AVAD como medida es atractivo debido a su naturaleza universalmente comparable a través de una amplia gama de posibles problemas de salud. Los impactos del hambre crónica se asocian a la desnutrición proteico-energética, mientras que el hambre oculta se refiere a las deficiencias de micronutrientes.
El estudio utilizó un modelo del sistema alimentario mundial desarrollado por el IFPRI y las relaciones publicadas entre la disponibilidad regional de alimentos y los AVAD para proyectar el número total de AVAD causados por el hambre crónica y oculta y agravados por el cambio climático.
"Fue emocionante trabajar con este equipo interdisciplinario para conseguir este enfoque innovador para analizar los impactos que el cambio climático puede tener en nuestra salud y nuestras vidas --señala Naomi Fukagawa, directora del Centro de Investigación de Nutrición Humana de Beltsville en el USDA--. Aunar las perspectivas de los economistas y los expertos en salud y nutrición es importante para comprender y abordar los complejos problemas a los que se enfrenta el futuro de los sistemas alimentarios".