Actualizado 29/03/2017 22:44

¿Guarda a sus 80 años la segunda esposa del Che Guevara algún secreto sobre el guerrillero?

   LA HABANA, 19 Oct. (Notimérica) -

   "Adiós, pero conmigo/ serás, irás adentro de una gota de sangre que circule en mis venas/ o fuera, beso que me abrasa el rostro/ o cinturón de fuego en mi cintura./ Dulce mía, recibe el gran amor que salió de mi vida/ y que en ti no encontraba territorio/ como el explorador perdido/ en las islas del pan y de la miel./ Yo te encontré después de la tormenta/ la lluvia lavó el aire/ y en el agua tus dulces pies brillaron como peces./ Adorada, me voy a mis combates".

   El revolucionario cubano Ernesto Guevara, conocido entre sus camaradas de lucha como 'el Che', tomó prestados estos versos del poema La Carta del Camino de Pablo Neruda y las grabó en una cinta que entregó como regalo de despedida a su segunda esposa Aleida March en un sobre bajo el título "Sólo para ti".

   Criada en el seno de una familia campesina, March nació el 19 de octubre de 1936 en Cuba. Fue la menor de cinco hermanos y vivió de cerca los abusos y la violencia que azotaba a los de su clase. El impacto de perder a un hermano por falta de atención médica le generó la inquietud por luchar para que las cosas cambiaran. Terminada la escuela básica tuvo que seguir los estudios en la ciudad, en Santa Clara, al sur de La Habana, donde años más tarde se trasladó su familia.

   En marzo de 1952, con el golpe de estado del dictador cubano, Fulgencio Batista, tuvo su primer choque con la política. El segundo llegaría de la mano del abogado Fidel Castro y su ruidoso asalto al cuartel Moncada en 1953.

   De este modo, con bastantes conocimientos en torno a la política, en el año 1956 March ingresó en el Movimiento 26 de Julio creado por Castro en 1953 para derrotar a Batista. Eso la llevó directo a la acción clandestina, a la lucha armada. "Delante de mis ojos se encendió un mundo nuevo, inimaginable. Ahora que lo pienso, fue una de las etapas más plenas y felices de mi vida". Nacía así la combatiente.

EL PRIMER ENCUENTRO

   Si con poesía se despedía cada vez que partía a una difícil campaña, con poesía empezó también la relación. A finales de 1958, en plena guerra civil, el Che Guevara llegó con su brigada 'Columna Ocho' a combatir en la región. En ese momento conoció a March, ella entonces tenía 22 años.

   A punto de librar una batalla contra las fuerzas de Fulgencio Batista en Cabaiguán, sin importar la tensión del momento, le declamó su primer poema. "Esa fue su forma de llamar la atención. Quería que lo notara, no como líder o mi superior, sino como hombre. Era una de las maneras más hermosas que tenía para expresar sus sentimientos", escribió March en sus memorias tituladas Evocación, publicadas en el 2007 en Cuba.

   En aquellos momentos la futura segunda esposa del Che Guevara era víctima de la persecución de las fuerzas rebeldes y por las órdenes de captura en su contra tuvo que huir de su ciudad y aceptó la misión encomendada por líderes del Movimiento 26 de Julio de llevar dinero y una serie de documentos para el grupo del Che en las montañas de Escambray, donde tenían el campamento base.

   En este campamento March vivió varios momentos con Guevara, en los cuales éste le habló de su vida personal, de su esposa Hilda Gadea, dirigente del Partido Aprista peruano y de su hija Hildita, y de cómo se había distanciado de ellas desde que se había ido de México.

   Cinco meses después, una vez caída la dictadura de Batista el 1 de enero de 1959 y tomado el poder el nuevo Gobierno, Gadea y su hija se trasladaron a Cuba, donde se divorcio del Che. Poco después March y el líder revolucionario se casaron el 9 de junio de 1959, en La Habana y tuvieron cuatro hijos.

   Convencido de la necesidad de extender la lucha armada en todo el Tercer Mundo, el Che Guevara impulsó la instalación de focos guerrilleros en varios países de América Latina. Entre 1965 y 1967, él mismo combatió en el Congo y en Bolivia. En este último país fue capturado y ejecutado de manera clandestina por el ejército boliviano el 9 de octubre de 1967.

   Sin embargo, antes de partir hacia este último viaje, como siempre hacía el Che Guevara, dejó escrito un poema a su esposa que bien vaticinaba lo que posteriormente sucedería. "Adiós, mi única, no tiembles ante el hambre de los lobos/ ni en el frío estepario de la ausencia/ del lado del corazón te llevo/ y juntos seguiremos hasta que la ruta se esfume".

   Aleida March que hoy cumple 80 años, sigue viviendo en Cuba envuelta en sus recuerdos y guardando secretos que posiblemente nunca desvele sobre el guerrillero argentino.