NUEVA YORK, 28 Oct. (Notimérica) -
La joven estadounidense de 29 años enferma de cáncer que planea acabar con su vida el 1 de noviembre, Brittany Maynard, y defiende el derecho de enfermos terminales de morir cuando decidan, está cumpliendo sus últimos deseos y acaba de tachar de su lista visitar el Gran Cañón, en California (Estados Unidos).
Tras ser diagnosticada de un tumor cerebral hace menos de un año, la joven anunció que llevaría a cabo un suicidio asistido, para lo que se trasladó al estado de Oregon, uno de los pocos en Estados Unidos que permite la eutanasia. En un vídeo el mes pasado, Maynard confesó que aún tenía deseos por cumplir antes de su muerte el 1 de noviembre.
A través de su página web, la joven estadounidense ha revelado este viernes que ha podido visitar el Gran Cañón, pudiendo trasladarse desde Oregon hasta Arizona con su marido, su madre y su padrastro "gracias a la amabilidad de los estadounidenses alrededor del país que han ayudado a hacer que mi lista de deseos se haga realidad".
En las imágenes se puede ver a Maynard besando a su marido, Dan, y abrazada a su madre y padrastro. Sólo un día después de la visita al Gran Cañón, Maynard sufrió "la peor recaída hasta ahora", que la dejó temporalmente paralizada y agotada: "La recaída fue un duro recordatorio de que mis síntomas continúan empeorando a medida que el tumor empeora".
UNA CAMPAÑA POR LA ELECCIÓN PERSONAL
Maynard se hizo internacionalmente conocida después de compartir un vídeo a través de la red social Youtube en el que explicaba por qué quería acabar con su vida y los motivos que la empujaban a defender el derecho a morir. Puedes ver el vídeo, aquí:
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Como Maynard ha explicado en su página web: "No empecé la campaña porque quisiese atención, de hecho, es difícil para mí procesar todo. Lo he hecho porque quiero ver un mundo donde todos tengan acceso a la muerte con dignidad, como yo. Mi viaje es más fácil porque tengo elección". De hecho, Maynard asegura haber encontrado sentido a su lucha para conseguir que otros estados en Estados Unidos legalicen la eutanasia.
Maynard es más feliz porque puede elegir, y ya lo ha hecho. A cuatro días de su muerte, Maynard ya ha dejado a un lado sus sueños de una vida larga: "Dan y yo hemos abandonado nuestros sueños de tener una familia. Mi madre pronto va a perder a su única hija. Ningún padre debería enterrar a su propio hijo".
SU ENFERMEDAD
Maynard fue diagnosticada este enero de un glioblastoma, un tumor de cerebro, y más tarde descubrió que sólo tendría seis meses de vida. El glioblastoma multiforme es la más agresiva y letal forma de cáncer, ya que crece y se expande a otras zonas del cerebro de forma muy rápida.
Por eso, Maynard planea tomarse un medicamento que sólo se consigue con receta médica para acabar con su vida, porque su dolor se ha vuelto insoportable, según ha declarado a través de comunicado 'Compassion & Choices', asegurando que sólo le quedan "algunas semanas" de vida.
Desde su diagnóstico, Maynard se trasladó de su casa en San Francisco a Oregon, que en 1997 se convirtió en el primer país de Estados Unidos que permite el suicidio asistido para pacientes en estado terminal. Washington, Montana, Vermont y Nuevo México seguirán el ejemplo de Oregon, convirtiéndose en los únicos cinco estados de Estados Unidos que autorizan este procedimiento.
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