MADRID, 7 Nov. (Notimérica) -
Algo tan cotidiano como comprobar al instante si hemos salido bien en una foto, tomar todas las instantáneas que queramos sin preocuparnos del carrete o tener una cámara incluida en nuestro teléfono móvil son las consecuencias de la primera cámara digital de la historia, que sin embargo, poco tiene que ver con los ligeros y modernos modelos actuales.
Esta primera cámara digital pesaba 3,6 kilos y tenía apenas 0,01 megapíxeles. Solo podía grabar fotos en blanco y negro y además se tardaba 23 segundos en tomar una fotografía, según publica el portal 'Think Big' de Telefónica.
Llegó al mundo en 1975, de manos de un ingeniero electrónico de la empresa Kodak, Steve Sasson, por un encargo de su jefe Gareth A. Lloyd. Para fabricarla, Sasson se valió de componentes de otros artefactos electrónicos.
Una lente de la cámara de vídeo Super 8, una grabadora portátil de casete con tecnología digital, el recurso a un circuito integrado tipo CCD (que hoy se utiliza asiduamente por la fotografía y el vídeo digital) y un convertidor de analógico a digital extraído de un voltímetro son las piezas que Sasson combinó.
La primera cámara digital obtenía la energía para funcionar de un bloque de 16 baterías de níquel-cadmio y diversas conexiones entre circuitos analógicos y digitales.
También era posible ver las fotografías que habíamos tomado sin necesidad de revelado, pero no en la misma cámara, sino que debían recurrir a un televisor de la época, en el que se introducía la cinta de casete.
Sasson y Lloyd registraron la patente de su invento en 1978, probablemente sin ser conscientes de que iban a cambiar la forma en que las personas se retratarían en las décadas siguientes. A partir de los años 90, la cámara digital evolucionó y se comercializó por todo el mundo.
Paradójicamente, el inventor de la tecnología digital contribuyó, sin quererlo, a que la empresa para la que aún trabaja, Kodak, perdiera muchos beneficios hasta declararse en bancarrota en 2012.
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