Actualizado 18/10/2017 12:44

¿Cómo se encontraron los restos del Che Guevara?

Che Guevara
GETTY

   LA PAZ, 6 Jul. (Notimérica) -

   El 6 de julio de 1997, en Vallegrande (Bolivia) fueron encontrados en una fosa común los restos del guerrillero argentinocubano Ernesto Che Guevara (1928-1967), después de 30 años de búsqueda, tiempo durante el cual se acumularon los testimonios de otros guerrilleros, militares y campesinos bolivianos.

"La familia quería tener los restos del Che Guevara y nosotros logramos encontrarlos", afirmó el rector de la Universidad de Ciencias Médicas de la Habana y jefe de la expedición científica que dio con el cuerpo del guerrillero, Jorge González, en una entrevista para el portal 'LaRed21'.

   "El mayor resultado o éxito que tuvo la búsqueda de los restos del Che en Bolivia fue la investigación histórica", añadió.

   La mayoría de las descripciones oficiales aseguraron que el cadáver había sido incinerado y las cenizas lanzadas desde un avión sobre la selva. Sin embargo, las posteriores investigaciones determinaron que el cadáver fue trasladado desde la localidad de La Higuera, donde fue asesinado, hasta Vallegrande el 11 de octubre de 1969, dos días después de que fuese capturado y ejecutado por el Ejército boliviano en colaboración con la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

   "Sé que viene a matarme. Dispare, cobarde, que sólo va a matar a un hombre", fue la frase que el Che Guevara dijo ante su asesino, el sargento boliviano Mario Terán.

   Aquel 11 de octubre fue trasladado al lavadero del hospital Nuestro Señor de Malta, donde permaneció en exhibición pública y con grandes cantidades de formol para evitar su descomposición. Hasta la zona se acercaron cientos de personas, entre ellas monjas y mujeres de la villa que señalaron su parecido con Jesucristo y le cortaron mechones de pelo para preservarlos como talismanes. Por su parte, los soldados y funcionarios se quedaron con las cosas que el Che llevaba al morir.

   Después de la presentación ante los ciudadanos del cuerpo del Che, como estaba previsto y como era común entre los guerrilleros, hicieron desaparecer el cadáver, no sin antes cortarle las manos para conservarlas como prueba de la muerte.

   A lo largo de la historia, existieron diferentes versiones sobre el destino final del cadáver. El General Juan José Torres declaró que el cuerpo había sido incinerado, mientras que el General Alfredo Ovando afirmó lo contrario. En realidad, la orden de cremación fue dada pero nunca pudo ser ejecutada por carecer de los medios adecuados y por la reacción negativa de la población debido al hecho de que en Bolivia la acción era ilegal, por lo que estos factores determinaron que fuera enterrado en la misma zanja donde se estaban el cuerpo de otros guerrilleros.

El lugar donde el Che estaba enterrado permaneció oculto hasta el 21 de noviembre de 1995, 26 años más tarde de su muerte, y para sorpresa del general retirado Mario Vargas Salinas, que declaró a la prensa que el Che había sido sepultado bajo la pista de aterrizaje del antiguo aeropuerto de Vallegrande, según el portal cubano 'EcuRed'.

   Ante el revuelo formado por las declaraciones, el presidente de Bolivia en aquella época, Gonzalo Sánchez de Lozada, firmó un decreto mediante el cual autorizaba iniciar la búsqueda y ordenó a soldados bolivianos comenzar la labor en terrenos adyacentes al servicio de caminos, vivero, cementerio, hospital y la cañada del Arroyo. Hasta marzo de 1996 se exhumaron 210 fosas.

   No fue hasta principios de julio de 1997 cuando se produjo el punto culminante de las tareas de búsqueda, tras el hallazgo en la fosa número 7 de una osamenta a la que le faltaban las manos. Más tarde, otras evidencias como la prominencia del cráneo y la ausencia del molar superior izquierdo confirmarían que se trataba de los restos del Che Guevara.

LLEGADA A CUBA

   La noche del 12 de julio de 1997 llegaron a Cuba los huesos del Che y de otros seis compañeros caídos junto a él en Bolivia. Ese mismo día se celebró una ceremonia en el aeropuerto militar de San Antonio de los Baños, en una localidad cercana a La Habana, por el comandante Jefe del momento, Fidel Castro.

   Los restos del Che fueron depositados temporalmente en la Sala Granma del Ministerio de Fuerzas Armadas Revolucionarias, hasta que en octubre de ese mismo año el cortejo fúnebre partió hacia la ciudad de Santa Clara, donde el Che libró la batalla decisiva por la libertad de Cuba en 1958.

   En Santa Clara recibió homenaje por miles de santaclareños y por Fidel Castro en la plaza que, actualmente, lleva el nombre de Ernesto Che Guevara. Debajo de la estatua de bronce de la figura del Che se construyó un mausoleo que simula una cueva guerrillera, también en su honor.