CIUDAD DE MÉXICO, 8 Ago. (Notimérica/Notimex) -
Emiliano Zapata fue uno de los líderes militares y campesinos más importantes de la Revolución mexicana. Símbolo de la resistencia campesina en el país, fue conocido como 'El caudillo del Sur'.
Impulsó la lucha de clases, la justicia y la democracia social o la libertad del pueblo, pero fundamentalmente instauró en México la idea de que "la tierra es de quien la trabaja". Luchó en contra de la propiedad privada y en favor de las víctimas de la oligarquía y el latifundismo y gritó al mundo que "es mejor morir de pie que vivir arrodillado".
Este lunes se cumplen 137 años de su nacimiento, pero su figura, leyenda viva en el país norteamericano, sigue presente en decenas de rincones del país.
HISTORIA DEL LIBERTADOR DE UN PUEBLO
Emiliano Zapata Salazar nació el 8 de agosto de 1879 en San Miguel Anenecuilco, en el distrito de Villa de Ayala, en el estado de Morelos. Lo hizo en el seno de un hogar liderado por los campesinos Gabriel Zapata y Cleofas Salazar, por lo que conoció desde sus primeros años de vida los problemas del campo.
En su infancia, Zapata mostró especial interés por la historia de México, en especial por los hechos de la Independencia y todo lo que tuviera que ver con las luchas que se realizaban en el país.
En 1906 llegó a Cuautla a una junta en la que se propuso defender los derechos y las tierras de los campesinos contra el régimen porfirista.
En 1908 se incorporó al noveno Regimiento destinado a Cuernavaca, aunque solo duro seis meses como soldado, ya que Ignacio de la Torre (1866- 1918) lo invitó a ser caballerango en la Ciudad de México.
Fue elegido presidente de la junta de defensa de las tierras de Anenecuilco el 12 de septiembre de 1909, cargo desde el que estuvo en contacto con Ricardo Flores Magón (1873-1922), con el periodista Paulino Martínez (-1914) y con el profesor Otilio Montaño (1887-1917).
En apoyo al candidato de oposición Patricio Leyva, Zapata tuvo su primera intervención política en la elección para gobernador de Morelos el mismo año, lo que trajo represalias para Anenecuilco ya que el ganador fue el candidato oficial Pablo Escandón (1856-1926).
Un año después, apoyado por el jefe político José A. Vivanco (1899- 1979), el defensor del pueblo se dedicó a recuperar por la fuerza las tierras que habían sido arrebatadas a los campesinos de Villa Ayala, repartiendo entre ellos parcelas para su cultivo.
Motivado por las demandas agrarias del Plan de San Luis se incorporó al ejército maderista al estallar la Revolución, pero una vez que triunfó Madero, el reparto de las tierras no se llevó a cabo, por lo que Zapata respondió tomando Yautepec, Cuautla y Cuernavaca.
PLAN AYALA
El 25 de noviembre de 1911, Zapata promulgó el Plan de Ayala, con el que se levantó en armas en contra el gobierno de Francisco I. Madero (1873-1913), el cual estaba en desacuerdo en lo que se refería a la cuestión agraria.
Luchó contra el gobierno de Victoriano Huerta (1850-1916) junto a Francisco Villa (1878-1923), con quien formó el Ejército Libertador del Sur, al producirse la división entre Carranza y Villa, con el ejército entró a la Ciudad de México, en noviembre de 1911.
Acabaron con los latifundios y repartieron la tierra; fundaron un banco agrícola y abrieron numerosas escuelas e impulsaron a la organización de los campesinos, según señala la biografía publicada en el sitio electrónico redescolar.ilce.edu.mx.
En 1915, tras la derrota de Villa se dirigen numerosas fuerzas por todo el estado de Morelos con la finalidad de cazar a Zapata, ya que solo el zapatismo quedaba como un obstáculo para la consolidación del nuevo gobierno.
Zapata fue traicionado y asesinado por el coronel Jesús Guajardo (1892-1920), el 10 de abril de 1919, en la hacienda de Chinameca. Su cadáver fue llevado a Anenecuilco y posteriormente trasladado a Cuautla, en donde sus restos reposan al pie de la estatua que le fue erigida.