QUITO, 25 Sep. (Notimérica) -
Ecuador es uno de los países más peculiares de Iberoamérica. Todos sus habitantes saben que su capital, Quito, es la más alta del mundo. Además, la mayoría de ellos presume de la etimología del nombre de su país. A diferencia de otros topónimos de países iberoamericanos, este no representa ningún misterio.
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII Ecuador estuvo, al igual que la mayoría de países de la región, bajo la dominación colona española. Tras conseguir la independencia, Simón Bolívar --el líder descolonizador-- unió los países que hoy conforman Ecuador, Venezuela, Colombia y Panamá bajo el nombre de la 'Gran Colombia'. Esta unión duró 11 años, desde 1819 hasta 1830, cuando se constituyeron los países que hoy conocemos.
Durante los primeros momentos de la unión territorial que Bolívar propició, lo que hoy es Ecuador se denominaba 'Audiencia de Quito', pasando más tarde a ser 'Distrito Sur', una región subdividida en tres partes: el sur Azuay, Guayaquil en la costa y la sierra centro-norte, conocida como Quito y que en este momento se rebautizó con el nombre 'Departamento del Ecuador'.
La razón que motivó el cambio de nombre de Quito tuvo su origen en París. Allí, los ilustrados de la época debatían acerca de la estructura terrestre, llegando a la conclusión de que el centro del ecuador, es decir, la línea imaginaria que divide el hemisferio norte y el hemisferio sur en dos mitades iguales, pasaba por la ciudad.
En 1830, tras la disolución de la Gran Colombia, los diputados de las tres provincias se reunieron para decidir cuál sería el nuevo topónimo. Tras un intenso debate, uno de los diputados, conocedor de la posición geográfica de su país, se levantó y gritó: "¡Aquí está la línea que nos atraviesa y por eso el nombre será Ecuador!". Así nació lo que actualmente se conoce como la 'República de Ecuador'.