MADRID, 1 Jun. (Notimérica) -
En la última década el número de matrículas en las universidades iberoamericanas se ha duplicado, pero apenas la mitad se gradúan a tiempo. En este sentido, el último informe 'Momento decisivo: La educación superior en América Latina y el Caribe', realizado por el Banco Mundial, expresa que aún hay mucho por hacer "en términos de eficiencia y calidad".
El porcentaje de estudiantes matriculados en la universidad, cuya edad comprende entre los 18 y 24 años, aumentó de un 21% en 2000 a un 40% en 2010.
No obstante, la desigualdad sigue siendo un problema entre los estudiantes iberoamericanos. Según este informe, sólo el 8% de los estudiantes matriculados en 2000 pertenecía al sector más pobre de la sociedad mientras que en 2013 la cifra se incrementó hasta alcanzar el 12,5%.
Otro problema que el Banco Mundial advierte es que la mayoría de universidades de la región abrieron sus puertas durante este decenio y además, muchas son privadas por lo que sólo un pequeño sector de la población puede costearse los estudios universitarios.
Por ejemplo, en Chile este mes pasado se llenaron las calles de estudiantes reclamando una educación superior más accesible ya que en los últimos años los precios de las matriculas se han duplicado.
Se estima que actualmente la Educación Superior en la región iberoamericana incluye aproximadamente a 20 millones de estudiantes, 10.000 instituciones y 60.000 programas.
A pesar de la expansión, "los resultados están por debajo de su potencial, apenas la mitad de los estudiantes que ingresan a la educación superior obtiene su título entre los 25 y 29 años de edad, ya sea porque continúan estudiando o porque abandonan sus estudios", explicó la autora del informe y economista del Banco Mundial, María Marta Ferreyra.
La falta de preparación académica, de medios económicos y las dificultades que se dan para poder cambiar de carrera universitaria son causas de la elevada tasa de abandono.
Según el Banco Mundial, la formación de capital humano calificado no es suficiente para elevar la productividad, el crecimiento y la equidad. Por ello, hay que trabajar en que las empresas incrementen puestos de trabajo de calidad.
"Para asegurar la igualdad de oportunidades, la región debe mejorar la calidad de su educación y brindarles a sus estudiantes una mejor información respecto a programas, incentivos adecuados y opciones de financiamiento. También se debe optimizar la normativa que regula a las instituciones de educación superior para mejorar su rendición de cuentas respecto a los servicios que prestan", dijo el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Jorge Familiar.