MADRID, 26 Jun. (Notimérica/EP) -
La suerte del migrante que trata de cruzar Latinoamérica hacia la 'tierra de la libertad' de los Estados Unidos es, actualmente, un terrible trauma al que se está buscando solución. Estos días han saltado a la prensa numerosas noticias que dejan en evidencia el incremento de jóvenes latinoamericanos menores de edad que se lanzan al difícil y peligroso camino de atravesar el continente, motivados por los rumores que les hacen soñar con una vida mejor.
Padres del centro y sur de América ya están avisados. El mandar a los hijos por la vía ilegal al país del norte sólo traerá problemas. Así lo explicaba el Secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Jeh C. Johnson, en una carta abierta.
"Si su hijo o hija resulta detenido en la frontera de forma ilegal, será acusado de violar las leyes migratorias de Estados Unidos y se iniciará un proceso de deportación en su contra", anunciaba el político.
Pero no es sencillo de asumir. El aumento de la violencia en algunas zonas no ha deja muchas alternativas. Según fuentes de Washington, solo desde octubre de 2013, ya son más de 52.000 los menores que han intentado cruzar la frontera. En gran medida se debe a que la legislación norteamericana no aclara las circunstancias del inmigrante al llegar a EE.UU. La triste realidad es que la mayoría, después de numerosos sufrimientos, vuelve a casa peor a cómo estaban.
UN LARGO Y DÍFICIL CAMINO
Los menores llegan a la frontera sur de México, en la zona de Chiapas, a falta de recorrer la parte más peligrosa del camino. Desde ahí, el camino ofrece diferentes vías, muchas de ellas muy peligrosas. La más usada es el tren conocido como 'La bestia'.
En la ruta del Pacífico, tras el paso por el río Suchiate, los menores suben como polizones en el tren de mercancías 'La bestia', viajando hasta ciudad Juarez --una de las más peligrosas del país debido a las mafias--. Durante el recorrido, que dura unas tres semanas, trayecto en el cual, los migrantes suelen ser acechados por diversos cárteles de la droga o extorsionados por pandillas, recoge Univisión Noticias.
Además de 'La bestia', una de las formas en que los niños intentan viajar de la frontera sur a la frontera norte pasa por los favores sexuales o los pagos a traficantes para que acompañen a los más pequeños en el viaje, informa El Universal de México.
Las familias que quieren enviar a sus niños más pequeños pero que no pueden viajar solos contactan con traficantes de personas, comunmente conocidos como los 'coyotes', a los que pagan miles de dólares para que ayuden a los menores a cruzar el país, denuncia la organización 'Immigration United States'.
Sin embargo, el miedo a las autoridades mexicanas migratorias, los federales o el Ejército, que controlan las carreteras y los puntos de paso de todo el país, convierten a 'la bestia' en la ruta más segura para no ser detenido. Aún así, puede resultar peligrosa incluso bajo la protección de esos 'coyotes'. Recientemente un ataque al tren dejó al menos un muerto y varios heridos, publicó 'La Prensa' de Honduras. Además está presente la posibilidad de caer del tren y ser cercenado en la vía, quedando herido y solo.
Si a pesar de todo ello, el menor cae en manos de las autoridades, se le traslada a un centro de detención, y de este a otro hasta que finalmente se le deporta. Pueden pasar hasta seis meses en estos sitios y solo regresan a casa cuando un familiar se presenta con documentación y los recoge. Si no, les dejan marchar solos.
El esfuerzo del viaje se pierde. Al igual que el dinero invertido en los coyotes, los riesgos y el cansancio acumulado de días de incertidumbre y que solo han servido de terrible experiencia. Las consecuencias son fatídicas y la tragedia social va en alza ante la impotencia por frenar las migraciones masivas.
MÉXICO INTENTA RESOLVERLO
El Gobierno mexicano está intentando frenar la ola de migraciones de menores que está en aumento. Para ello, el canciller José Antonio Meade ha viajado a McAllen, Texas, donde se reunió con funcionarios del Gobierno de Estados Unidos. Además, el mismo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, telefoneó a su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, para abordar este grave problema.
Anteriormente, autoridades de Estados Unidos, Guatemala, El Salvador, Honduras y México se reunieron en Guatemala para tratar el asunto de los migradores menores, ante la preocupación por el notable incremento de estos casos en el último año, recoge Milenio.
El tema de la migración se ha recrudecido en el último año, la situación insostenible de algunas zonas de Centroamérica supone un problema serio para la frontera entre México y EEUU, donde se han interceptado en lo que va de año más de 9.000 menores, cifra que podría aumentar hasta los 16.000 a finales de año.
En la labor humanitaria encontramos el 'Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova A.C.', organización que intenta abordar la situación de los menores así como luchar contra la violación de los derechos allí en Chiapas.
En 2012, el periodista Jon Sistiaga realizó un reportaje para Canal + donde relata su viaje a bordo de 'la bestia'. Aquí les dejamos una parte del mismo.
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