Publicado 05/02/2025 20:01

El descubrimiento de un meteorito desafía teorías sostenidas durante mucho tiempo sobre elementos faltantes en la Tierra

MADRID 5 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio revela un giro sorprendente en la historia de la formación de nuestro planeta. Se trata de un trabajo dirigido por el profesor adjunto de la Universidad Estatal de Arizona Damanveer Grewal, de la Escuela de Ciencias Moleculares y la Escuela de Exploración de la Tierra y el Espacio , en colaboración con investigadores de Caltech, la Universidad Rice y el MIT, todas entidades de Estados Unidos, que cuestiona las teorías tradicionales sobre por qué la Tierra y Marte están empobrecidos en elementos moderadamente volátiles (MVE).

Publicado en 'Science Advances', el estudio adopta un enfoque nuevo al analizar meteoritos de hierro (restos de los núcleos metálicos de los primeros bloques de construcción planetarios) para descubrir nuevos conocimientos. "Hemos encontrado pruebas concluyentes de que los planetesimales de primera generación del sistema solar interior eran inesperadamente ricos en estos elementos", aventura Grewal. "Este descubrimiento redefine nuestra comprensión de cómo los planetas adquirieron sus componentes".

Los MVE como el cobre y el zinc juegan un papel crucial en la química planetaria, a menudo acompañando a elementos esenciales para la vida como el agua, el carbono y el nitrógeno. Comprender su origen proporciona pistas vitales sobre por qué la Tierra se convirtió en un mundo habitable. La Tierra y Marte contienen significativamente menos MVE que los meteoritos primitivos (condritas), lo que plantea preguntas fundamentales sobre la formación planetaria.

Hasta ahora, los científicos creían que los MVE se perdían porque nunca se condensaban por completo en el sistema solar primitivo o porque se escapaban durante la diferenciación planetesimal. Sin embargo, este estudio revela una historia diferente: muchos de los primeros planetesimales mantuvieron sus MVE, lo que sugiere que los componentes básicos de la Tierra y Marte los perdieron más tarde, durante un período de violentas colisiones cósmicas que moldearon su formación.

Sorprendentemente, el equipo descubrió que muchos planetesimales del sistema solar interior conservaban abundancias de MVE similares a las de las condritas, lo que demuestra que acumulaban y preservaban MVE a pesar de experimentar diferenciación. Esto sugiere que los progenitores de la Tierra y Marte no comenzaron con una deficiencia de estos elementos, sino que su pérdida se produjo a lo largo de una historia prolongada de crecimiento por colisión en lugar de una condensación incompleta en la nebulosa solar o una diferenciación planetesimal.

"Nuestro trabajo redefine nuestra manera de entender la evolución química de los planetas", desarrolla Grewal. "Muestra que los componentes básicos de la Tierra y Marte eran originalmente ricos en estos elementos esenciales para la vida, pero las intensas colisiones durante el crecimiento planetario causaron su agotamiento".

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