SANTIAGO DE COMPOSTELA (España), 22 (EUROPA PRESS)
La Guardia Civil ha dado por desmantelada una organización criminal tras detener a dos históricos narcotraficantes gallegos junto a otras siete personas en las comunidades autónomas de Galicia y Asturias por un cargamento de 390 kilos de cocaína oculta en carbón vegetal procedente de Paraguay.
Según ha informado este sábado el Instituto Armado, en el marco de la 'Operación Alibavaria', desarrollada en Gijón, así como en las provincias de A Coruña y Pontevedra, ha intervenido 390 kilos de cocaína que habían llegado al Puerto de El Musel (Asturias) oculta en un contenedor de carbón, procedente de Sudamérica.
En la operación han sido detenidas nueve personas, ocho españoles y un ciudadano paraguayo, entre las que se incluyen sus cabecillas, "dos históricos narcotraficantes gallegos", según resalta la Benemérita.
Las investigaciones se iniciaron a mediados del pasado año cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de que la organización gallega, ahora desmantelada, se encontraba contactando con otros grupos asentados en la geografía nacional, con la finalidad de adquirir o alquilar una embarcación tipo velero para el traslado desde Sudamérica de "una importante cantidad de sustancias estupefacientes".
Tras diversos contactos, es finalmente un grupo alicantino el que se encargó de realizar el traslado de la droga, si bien, en la travesía hacia Sudamérica sufrió un accidente, quedando la embarcación inservible. Por ello, la red gallega buscó otras vías para trasladar la cocaína a España, en este caso, una empresa de Gijón dedicada a la comercialización de carbón.
VIGILANCIAS
En las vigilancias sobre los miembros de la organización se comprobó que el pasado mes de agosto un hombre de la organización gallega se desplazó a Paraguay para contactar con un cártel de la droga y gestionar el envío a España de una partida de cocaína.
Paralelamente, el cártel sudamericano envió a España a uno de sus hombres para entablar negociaciones con un industrial de León, propietario en Gijón una empresa de importación de carbón, a través de la cual los investigadores sospecharon que pudiera introducirse el estupefaciente en alguno de los envíos desde Sudamérica.
En las últimas semanas, según relatan los investigadores, se comprobó que los narcotraficantes españoles incrementaron sus reuniones, extremando las medidas de seguridad, "lo que hizo sospechar de la inminente llegada de la droga a España", añaden las mismas fuentes.
Realizadas investigaciones en puertos de la cornisa cantábrica, se averiguó que había tenido entrada al puerto de El Musel (Gijón) un contenedor cargado de carbón cuyo destinatario era la empresa investigada. Dicho contenedor fue sacado del puerto y depositado en una nave de un polígono industrial de Gijón.
Después de varios días de vigilancia sobre la nave, a mediados del presente mes los agentes detectaron la llegada de un camión en el que se cargaron varios palés con sacos de carbón, trasladándolos a un polígono industrial de la localidad de Ordes (A Coruña), donde se descargaron en una marmolería, momento en el que se detuvo a tres personas que se hallaban en el lugar.
PAQUETES
Inspeccionados los 3.200 kilos de carbón vegetal que habían sido trasladados desde Gijón, los agentes hallaron 390 kilos de cocaína distribuida en 955 paquetes que aparentaban ser, gracias a un recubrimiento de resina y carbón, trozos de este mineral.
Durante los días siguientes a la intervención de la cocaína, en Pontevedra y Gijón se detuvo a otras siete personas, entre ellas un miembro del cártel paraguayo proveedor de la droga, que se había desplazado a España para supervisar la llegada del estupefaciente.
REGISTROS
Durante el desarrollo del operativo y varios registros domiciliarios, se bloquearon diversas cuentas y propiedades de la organización e intervinieron vehículos de alta gama, el camión empleado en el traslado de la droga, un arma de fuego, documentación y otros efectos.
Con la detención de estas personas, se da por desmantelada esta organización criminal. La operación ha sido realizada por el Equipo Contra el Crimen Organizado de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil con sede en Pontevedra y el EDOA (Equipo Delincuencia Organizada y Antidrogas) de la Comandancia del mismo Cuerpo de Alicante.