CIUDAD DE MÉXICO, 23 Dic. (Notimérica) -
¿Nunca te has preguntado de dónde vienen las Posadas mexicanas? Una tradición milenaria que conmemora la peregrinación de María y José en su camino hacia Belén en una fecha en la que hoy en día se celebra en todas las calles y casas de México con bailes y cánticos.
Desde finales del siglo XVIII, las Posadas forman parte de estas fechas en México. Celebrándose 9 días antes del 24 de diciembre, los ciudadanos de la región acompañan en una procesión a la Virgen María y a San José en un festejo religioso mientras buscan la posada de Belén donde nació el niño Jesús.
Mientras, las calles y casas de todo México se llenan de alegría, bailes populares y cánticos para rezar, rodeadas de luces y bengalas que adornan los hogares. Sin embargo, no siempre ha sido así.
DESDE LOS AZTECAS HASTA LA COLONIZACIÓN
Antes de la llegada de los españoles, los aztecas celebraban el mes de panquetzaliztli con la llegada del dios de la guerra Huitzilopochtli. Durante 20 días coronaban a la deidad colocando banderas en los árboles y estandartes en los templos.
Fue a partir de la presencia de San Agustín de Acolman, con los misioneros agustinos, cuando comenzaron a celebrarse las misas conocidas como "de aguinaldos", donde se intercambiaban pasajes y escenas navideñas. Además, para invitar a la gente a participar en la tradición, se añadieron piñatas, velas y villancicos, algo que acabó cautivando a los vecinos de las ciudades mexicanas.
UNA REPRESENTACIÓN BÍBLICA
Para simbolizar los hechos bíblicos, las exhibiciones se hacen en grupo, donde unas personas representan a los peregrinos recitando "en el nombre del cielo, os pido posada, pues no puede andar, mi esposa amada". Mientras, otro grupo emula a los posaderos, negando el alojamiento a la familia.
Una vez que consiguen el hospedaje, se rompe la piñata llena de fruta, golosinas y colación, el dulce mexicano de la Navidad por excelencia, en un acto que simboliza el triunfo de la fe sobre el pecado y la gracia de Dios.