MADRID 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
Suiza se ha convertido en uno de los destinos más atractivos para los españoles que buscan establecerse en otro país europeo en busca de mejores oportunidades laborales y una mayor calidad de vida. Con salarios notablemente más altos que en España, esta nación ofrece una sólida estabilidad económica, aunque su elevado coste de vida supone un factor a tener en cuenta.
Este es el caso de Ana Marina Lasso, una joven española que se instaló hace unos meses en Zúrich buscando una nueva vida. Desde su perfil de Tik Tok (@analasso) va narrando su día a día allí, donde ha trabajado como limpiadora pero también como dependienta de una tienda de ropa. Además, ofrece consejos para quienes quieran seguir sus pasos y relata los choques culturales más inesperados que ha vivido desde su llegada.
¿QUÉ PIENSAN LOS SUIZOS DE LOS ESPAÑOLES?
En uno de los recientes vídeos que ha publidacado en esta plataforma, la joven revela qué es lo que piensan los locales de los españoles, pensamientos y prejuicios de los que se ha dado cuenta tras relacionarse con suizos.
En primer lugar, cuenta que nos ven como personas ruidosas. "Me hace muchísima gracia porque he visto en primera persona suizos interactuar con personas de otros países y luego con españoles, y es que suben el tono de voz, su actitud y energía cambia completamente".
Otro de los estereotipos sobre los españoles en Suiza está relacionado con la responsabilidad laboral. Según Lasso, existe la percepción de que no nos tomamos el trabajo en serio, hasta el punto de que, si cometemos un error, ni siquiera se sorprenden, ya que lo dan por hecho. Además, asegura que en algunos casos prefieren no delegar responsabilidades en empleados de nacionalidad española.
Pero más allá del ámbito profesional, hay otro prejuicio que ha llamado especialmente la atención de la tiktoker: la creencia de que los españoles prácticamente no comemos. Según su relato, esta idea podría deberse a las marcadas diferencias culturales en los hábitos alimenticios entre ambos países.
"Como ellos hacen el almuerzo a las once y media de la mañana, ellos creían que yo había comido. Yo no había comido absolutamente nada y claro, eran las 8 de la tarde y yo tenía hambre", comparte de forma anécdotica lo que le ocurrió durante una jornada laboral.
Por último, dejando a un lado los prejuicios, la joven ha percibido que a muchos suizos les incomoda que dos españoles hablen en su idioma delante de ellos. Según su experiencia, este comportamiento podría deberse a una cierta sensación de exclusión o, como ella misma señala, a que "tienen un poco de celillos porque nuestro idioma es tan maravilloso".