MADRID 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El español es un idioma rico en matices, con expresiones que varían significativamente según la región. Palabras y frases cotidianas pueden adoptar formas distintas dependiendo de la comunidad autónoma o incluso de la ciudad en la que se utilicen, lo que da lugar a una gran diversidad lingüística dentro del mismo idioma.
Este fenómeno ha sido objeto de debate en redes sociales tras un vídeo publicado por el usuario de TikTok @lajotaroja, en el que expone las múltiples expresiones que existen en España para referirse al acto de faltar a clase de forma voluntaria y sin justificación.
¿CÓMO SE DICE FALTAR A CLASE EN OTRAS REGIONES DE ESPAÑA?
En el vídeo, el creador de contenido revela que en Málaga se emplea la expresión "hacerse una piarda" para referirse a faltar a clase sin justificación, una variante local que sorprende a muchos usuarios.
Aunque la forma más extendida de describir esta práctica es "hacer novillos", existen otras maneras coloquiales de expresarlo, como "saltarse clase" o "fumarse la clase". Sin embargo, dependiendo de la zona geográfica, la expresión varía considerablemente.
La expresión más extendida en Madrid es "hacer pellas" (también "hacer toros" o "hacer toriles"), mientras que en Cataluña se dice "hacer campana" (En Lleida, "hacer pila"). En la Comunidad Valenciana, la forma más habitual es "pelarse la clase" ("fugarse", en Alicante), mientras que en Ibiza y Formentera se utiliza "hacer salera".
En varias regiones del norte de España, la terminología varía: en Asturias y León se dice "piramos", en Burgos, "hacer la pirola", en Pamplona, "hacer borota", y en Galicia hay varias formas según la zona, como "fanar", "palmar" o "latar". En el País Vasco, la expresión más extendida es "hacerse la pira".
En el sur de España, en Jaén es común decir "hacer nonas", en Córdoba, "hacer la rata" o "hacer rabona", y en Huelva, "hacerse la mona". En Melilla, se utiliza la expresión "hacerse una guinda".
PALABRAS QUE CAMBIAN SEGÚN LA REGIÓN
El joven menciona otros ejemplos con grandes variaciones. Un caso es el término utilizado cuando un niño juega pero no cuenta como participante. En Málaga se dice "cascarilla", pero en otros lugares se puede encontrar como "cascarón de huevo", "huevito" o "azúcar".
Otro ejemplo es el nombre de una chuchería concreta, que también cambia según la ubicación. En Málaga, se le llama "pasta", pero en otras ciudades puede recibir nombres como "regaliz", "tronquitos", "palotes", etc. Esta diversidad lingüística resalta la riqueza y la variedad del español en diferentes contextos.