MADRID 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
Pocas cosas resultan tan desagradables como abrir el lavavajillas y notar un olor a humedad y comida acumulada. Un electrodoméstico pensado para dejar los platos relucientes no debería desprender ese tipo de olores, se podría pensar. Sin embargo, es más habitual de lo que parece.
Con el paso del tiempo, restos de comida, grasa y cal pueden quedar atrapados en filtros, drenajes y rincones invisibles, generando un ambiente perfecto para la proliferación de bacterias y hongos. ¿El resultado? Un lavavajillas que huele mal y que, además, puede dejar de limpiar correctamente.
La buena noticia es que, con un poco de mantenimiento y productos que todos tenemos en casa, es posible devolverle el buen olor y la eficacia sin necesidad de recurrir a soluciones costosas. Desde limpiar el filtro hasta desatascar el drenaje, estas son las recomendaciones más eficaces para mantener el lavavajillas en perfecto estado, según el portal especializado La Casa del Electrodoméstico.
LIMPIAR EL FILTRO DEL LAVAVAJILLAS
El filtro es una de las piezas clave para evitar el mal olor, ya que atrapa los restos de comida y, si no se limpia con frecuencia, puede convertirse en un foco de bacterias. Se recomienda una limpieza parcial mensual y una más profunda cada tres meses.
El filtro se encuentra en la parte inferior del lavavajillas, en el área del desagüe, y suele tener forma cilíndrica. Para limpiarlo:
Extrae el filtro desenroscándolo con cuidado.
Prepara una mezcla con 2 tazas de vinagre blanco, 2 tazas de agua caliente y un chorro de jabón líquido.
Sumerge el filtro durante 20 o 30 minutos.
Cepíllalo con un cepillo de dientes y elimina los residuos acumulados.
Aclara con agua caliente para eliminar cualquier resto.
LIMPIAR EL INTERIOR DEL LAVAVAJILLAS
Además del filtro, el interior del lavavajillas también debe limpiarse para eliminar restos que causan malos olores.
Vacía completamente el electrodoméstico.
Vierte 2 o 3 tazas de vinagre blanco en la base.
Añade 2 cucharadas de bicarbonato de sodio en el cajetín del detergente.
Ejecuta un ciclo de lavado con agua caliente (aprox. 65 ºC) para desinfectar y eliminar los residuos.
DESATASCAR EL DRENAJE
Si el agua no drena correctamente o se acumula en el fondo, puede que el desagüe esté obstruido, lo que también genera malos olores.
Retira el filtro.
Vierte en el desagüe una mezcla de media taza de vinagre blanco y 2 cucharadas de bicarbonato.
Deja actuar durante 20 o 25 minutos.
Aclara con agua caliente.
Si persiste la obstrucción, repite el proceso hasta que el agua fluya con normalidad.
OTRAS RECOMENDACIONES
En la web del IKEA, destacan el mal olor del lavavajillas como uno de los más desagradables que se pueden tener en una casa. Por eso, recomiendan: utilizar ambientadores de lavavajillas, evitar meter la vajilla muy sucia o con restos de comida, limpiar los filtros cada 15 días, y ventilar bien la humedad después de cada uso.