MADRID, 20 May. (OTR/PRESS) -
Las autoridades cubanas han dado a conocer ya el listado de pasajeros que viajaban en el Boeing 737 que se estrelló el viernes poco después de despegar de La Habana.
Entre los pasajeros se encuentran dos saharuis: Mohamed Hach y Abderrahm Fadel Mustafa, según ha publicado el diario oficial Granma. En total, en la aeronave viajaban 113 personas, incluida la tripulación, de origen mexicano.
Entre los fallecidos hay cinco niños cubanos y diez pastores de una iglesia evangélica que regresaban a sus casas con sus esposas, según dijo la Iglesia Nazarena Cubana.
La mayoría de las víctimas eran cubanas, en total 99 personas. Entre los fallecidos también hay dos argentinos, y siete mexicanos -los miembros de la tripulación y una turista-, informó el ministro de Transporte, Adel Yzquierdo, según recoge la prensa estatal.
Entre los fallecidos hay 55 mujeres, 55 hombres y 5 menores, ha explicado el ministro de Transporte de Cuba, Adel Yzquierdo en rueda de prensa recogida por los medios cubanos.
Hasta el momento se han identificado 15 cuerpos, cinco niños y 10 adultos, mientras que expertos cubanos recuperaron "en buenas condiciones" una de las cajas negras del avión y esperaban pronto tener acceso a la segunda caja para continuar las investigaciones, informa Reuters.
Solo tres personas han sobrevivido a la tragedia, tres mujeres cubanas que se encuentran en estado muy grave. Se trata de Mailén Díaz Almaguer, de 19 años de edad; Gretell Landrovell Font, de 23 años y Emily Sánchez de la O, de 39 años.
El pronóstico de todas ellas es reservado y permanecen estables dentro de la gravedad, según dijo al oficial diario Gramma el doctor Alberto Martínez Blanco, director del Calixto García.
"La voy a esperar cuando salga del hospital. Ella se va a salvar porque mi hija es una guerrera, es fuerte", dijo sin poder contener las lágrimas Amparo Font, madre de Gretel Landrove, de 23 años, una estudiante universitaria que está entre las supervivientes del accidente, informa Reuters.
Otra familiar de las víctimas, Caridad Miranda, de 45 años, viajó desde la oriental ciudad de Holguín a La Habana. Su hermana Magaly Miranda, de 56 años, y su sobrina Yisel Infante Miranda, de 32, murieron.
"Tenía la corazonada que no se iban a salvar", dijo. "Ellos (los técnicos) tenían que haber revisado bien ese avión", señaló a Reuters cubriéndose el rostro con un pañuelo blanco para secar sus lágrimas.
Algunos testigos cerca del lugar del accidente observaron el avión en llamas antes de destrozarse en el terreno. "El avión estaba en candela, se volteó y cayó en picada", dijo a Reuters Marino Pérez Alvaredo, un agricultor del barrio Boyeros.
Investigadores cubanos trabajan desde el viernes en el lugar donde cayó el avión, una zona agrícola a unos 20 kilómetros al sur de La Habana, buscando entre los restos quemados evidencias para aclarar las causas, dijeron funcionarios cubanos. Especialistas de la isla recuperaron "en buenas condiciones" una de las cajas negras del avión.
UN PILOTO EXPERIMENTÓ VARIOS INCIDENTES EN LA COMPAÑÍA
El Gobierno cubano había arrendado la nave hace menos de un mes, dijo el ministro Yzquierdo, en busca de satisfacer la creciente demanda de vuelos domésticos.
"Cuba está impedida de adquirir aparatos necesarios como el accidentado", dijo el ministro a la emisora estatal Radio Reloj, en la que argumentó que el embargo de Estados Unidos dificulta la compra de aviones.
El avión Boeing 737-201 de 1979, que fue rentado por la aerolínea Cubana de Aviación a un pequeña compañía mexicana llamada Damojh, cubría la ruta entre La Habana y Holguín.
"Experimenté varios incidentes en esta compañía mexicana como fallas en el motor o el sistema eléctrico cuando despegamos de México en una ocasión", dijo al periódico mexicano Milenio Marco Aurelio Hernández, un piloto que solía trabajar para Damojh.
La tragedia es la mayor de un avión en la isla desde el 3 de septiembre de 1989, cuando 126 personas fallecieron por la caída de una nave Ilyushin-62M de fabricación rusa cerca de La Habana.