MADRID, 24 Dic. (Notimérica) -
Estos días festivos de Navidad, no sólo se caracterizan por comer mucho y de forma continuada, sino también por descansar poco. Las noches que se alargan y las juergas de aquellos con más aguante hacen que no durmamos muchas horas.
Además, en esta época de final de año es común que familiares y amigos cercanos vengan a visitarnos o viajemos nosotros para verlos, por lo que descansar no siempre está entre nuestros planes.
Sin embargo y como bien sabemos, dormir es una de las 'actividades' más importantes de nuestro día a día y lo más probable es que sea en la que empleemos más tiempo a lo largo de nuestra vida, según publica Think Big.
En este sentido, cabe recordar que las demás tareas diarias están directamente condicionadas por nuestras necesidades de reposo. El tiempo ideal de sueño varía de una persona a otra, pero, aunque nos sorprenda, las investigaciones manifiestan que las ocho horas diarias no son necesarias. Pero, ¿cuántas horas necesitamos realmente dormir?
Aunque no hay ninguna idea definitiva de cuántas horas se necesitan dormir, hace ya tiempo que el mito de las ocho horas diarias de sueño se desmontó y, para ello, podemos basarnos en los estudios de algunos investigadores.
Daniel Kriple, uno de los expertos en sueño más reconocidos, ha demostrado en su último estudio que las personas que duermen entre 6,5 horas y 7,5 horas, además de vivir más tiempo, son más felices y más productivas.
Otro de los puntos clave de su investigación está relacionado con dormir más de las ocho horas tradicionales. Según sus conclusiones, dormir 8,5 horas podría ser peor que dormir 5 horas.
Estas cantidades pueden ser ligeramente diferentes entre unas personas y otras, ya que no todos tenemos las mismas necesidades debido a la genética, organismo y también a la actividad diaria.
DORMIR MENOS DE LO NECESARIO
¿Qué sucede si dormimos menos de lo imprescindible? Una de las convicciones más generalizadas es que perdemos facultades y capacidades para realizar nuestras tareas.
Sin embargo, Kriple asegura que no es del todo cierto. Una persona con falta de sueño puede desempeñar las mismas tareas que otra que sí haya dormido bien.
La diferencia, en cambio, reside en que aquella persona que ha dormido poco tiene más problemas para concentrarse. Todos nos distraemos constantemente, pero cuando el cerebro está 'descansado', en buenas condiciones, tiene más facilidad para centrarse de nuevo, algo mucho más dificultoso cuando hay falta de sueño.
LA SIESTA ES PRODUCTIVA
Otro de los hábitos que puede resultar una solución para mejorar la calidad del sueño es la siesta. Algunos historiadores han manifestado que, hasta hace pocos siglos, era normal diviir el sueño en dos etapas.
El escritor Michael S. Hyatt asegura que duerme la siesta cada día hacia las tres de la tarde, cuando nota que su productividad está bajo mínimos. Después de haber descansado, tiene otra hora y media de alto rendimiento.
Lo que, sin embargo, hay que tener en cuenta es que no hay que excederse con el tiempo de la siesta. Según recomendaciones médicas, este 'ligero' sueño no debería sobrepasar los 25 minutos o media hora.
Si estás pensando en trasnochar estas navidades, aplica estos consejos y volverás recuperado al trabajo en 2015.
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