LIMA, 30 May. (Notimérica)
El éxodo venezolano, potenciado durante los últimos meses debido a la grave situación por la que atraviesa el país caribeño, no solo ha sido recibido por Colombia, país vecino y al que han acudido la mayoría de venezolanos, sino que el segundo destino que más migrantes de este tipo ha recibido es Perú.
La llegada masiva de venezolanos --mientras que en enero de 2018 los inmigrantes venezolanos en Perú eran unos 40.000, en diciembre del mismo año la cifra ascendió a 650.000 personas--, ha tenido repercusiones directas sobre el país inca, y en concreto, en materia económica y social.
De acuerdo con un informe del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), el gasto realizado por los inmigrantes venezolanos asciende a un 0,33 puntos porcentuales de los cuatro puntos de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del país registrados este 2018. Además, esta institución también ha apuntado como punto positivo.
Sin embargo, el exdirector del BCRP y también exdirector ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo, Jorge Baca Campodónico, en declaraciones a 'BBC', estima que a día de hoy el aporte real de la migración venezolana supone el 1 por ciento del PIB.
Sobre los sectores profesionales en los que estos se realizan, Baca señala que la mayoría se desempeña en el sector informal, en el cual la retribución económica no supera el salario mínimo.
Aunque sobre este éxodo masivo solo suelen escucharse aspectos negativos, lo cierto es que ha dinamizado la economía no solo de Perú, sino de todos los países de tránsito y destino.
Así lo confirma en presidente de la ONG Unión Venezolana en Perú, Óscar Pérez, quien ha señalado al citado medio que "toda esta gente ha tenido que alquilar vivienda, contratar servicios, pagar impuestos al consumo y, en el caso de quienes han logrado empleo formal, tributan al tesoro público de este país".
ASPECTOS NEGATIVOS
El miedo generalizado a la llegada de inmigrantes se basa en la supuesta pérdida de empleo de los nacionales al haber más demanda y, por extensión, competitividad, ya que en líneas generales los venezolanos --dada su vulnerabilidad-- están dispuestos a trabajar por menos dinero.
Sobre esto, Baca da cifras de empleabilidad y asegura que tan solo 30.000 venezolanos del total de afincados en el país peruano trabajan en el sector formal de la economía. "Perú no tiene un problema de empleo, sino de subempleo. Lo que ha mostrado la inmigración venezolana es que el mercado informal tiene una capacidad de absorción bastante significativa", señala el experto.
Por otra parte, el indicador de delincuencia ha aumentado y el ministro del Interior de Perú, Carlos Morán, ha atribuido el aumento de este indicador a esta masiva inmigración.
Con esta declaración Morán ha justificado la expulsión de 90 ciudadanos venezolanos que se encontraban en el país con antecedentes policiales. "Estos ciudadanos los estamos expulsando por tener antecedentes policiales y porque casi seguro que han cometido delitos acá", ha manifestado.