RÍO DE JANEIRO, 9 Dic. (Notimérica) -
La arena de la playa de Copacabana ha amanecido la mañana de este martes con 152 cruces negras, número equivalente a los policías militares muertos en Río de Janeiro en los últimos dos años, según la ONG organizadora del acto de recuerdo, Rio de Paz.
La acción simbólica se ha realizado en la víspera del Día Mundial de los Derechos Humanos y quiere llamar la atención sobre la indefensión que sufren muchos miembros de la Policía Militar a la hora de 'pacificar' las favelas de la ciudad dominadas por el narcotráfico. El acto ha contado con la presencia de familiares de las víctimas, que han depositado flores junto a las cruces.
Entre los asistentes estaba el soldado Alexander Oliveira, que perdió sus dos piernas en 2011 cuando le estalló una granada lanzada por narcotraficantes mientras patrullaba en la favela de Fogueteiro: "Es necesario poner más atención en la vida no sólo de la Policía, sino de todo el mundo", ha asegurado al portal de noticias G1.
Uno de los mensajes más impactantes llegaba de la mano de Caua Aquino, un niño de 11 años, hijo de policía que portaba una pancarta con el siguiente lema: "No quiero una bandera y un héroe muerto, quiero protección del Estado y un padre vivo".
A pesar de que son recurrentes las quejas por las condiciones en las que trabaja la policía este tipo de homenajes escasea, ya que normalmente los policías son objetivos de las críticas de los activistas que denuncian la sistemática violación de Derechos Humanos que se produce bajo el paraguas de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP), encargadas de instaurar presencia policial en barriadas que hasta hace poco escapaban al control del Estado.
Una de ellas es el Complexo de Alemao, en el norte de la ciudad, donde este lunes cuatro agentes fueron heridos durante un tiroteo. A pesar de que esta zona esta bajo el control de la Policía desde hace cuatro años, todavía genera mucha resistencia. La semana pasada cinco policías y un militar fueron asesinados en Río de Janeiro. Tres de ellos murieron después de que un narcotraficante diera una orden desde prisión, según informó el diario 'O Globo'.
La ONG Rio de Paz suele realizar este tipo de llamativos actos en la playa, escenario ideal para dar visibilidad a sus reivindicaciones. Poco antes del inicio del Mundial de Fútbol llenaron la arena con decenas de balones gigantes, también con cruces, para protestar por el despilfarro de dinero público en el evento deportivo y para rendir homenaje a los nueve trabajadores que murieron en las obras de los estadios.
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