MÉXICO DF, 8 Dic. (Notimérica) -
El procurador general de la República, José Murillo, ha dicho que la identificación de una de las víctimas de la masacre ocurrida el 26 de septiembre en el municipio de Iguala, refuerza la tesis de que los 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron masacrados y echados a un basurero donde fueron quemados, y posteriormente los restos fueron arrojados a un río en bolsas de basura.
Según Murillo, el analizar el contenido de una bolsa plástica, la única que estaba completa, encontrada en el río San Juan, se encontraron residuos, cenizas y elementos óseos. Parte de los residuos encontrados en la bolsa pertenecen también a restos metálicos de neumáticos conocidos como radiales, similares a los encontrados en el basurero de Cocula.
El procurador señaló que la identificación positiva de ADN que correspondería al estudiante Alexander Mora, unida al resto de la evidencia y las declaraciones ante el Ministerio Público de la Federación por parte de los inculpados, "refuerza la reconstrucción histórica de lo acontecido en Cocula".
Según la investigación, los detenidos que han declarado en relación a la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado en Iguala (Guerrero), han narrado que los jóvenes normalistas fueron echados a un basurero donde fueron quemados, algunos de ellos, vivos. Después, los restos fueron arrojados a un río.
Según relató a principios de noviembre el propio Jesús Murillo Karam, dos de los detenidos han declarado que algunas de las personas que trasladaron al basurero de Cocula llegaron o sin vida o inconscientes y que los otros fueron interrogados por integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos para determinar quiénes eran y las razones de su llegada a Iguala.
Los arrestados han asegurado que en ese lugar privaron de la vida a los supervivientes y posteriormente los arrojaron a la parte baja del basurero, donde quemaron los cuerpos.
Para ello, hicieron guardias y relevos con el fin de asegurar que el fuego durara horas, arrojándole diesel, gasolina, llantas, leña, y plástico, entre otros elementos que se encontraron en el paraje.
El fuego, según sus declaraciones, duró desde la media noche hasta aproximadamente las 14.00 horas del día siguiente, según uno de los detenidos, mientras otro ha dicho que se prolongó hasta las 15.00 horas del día 27 de septiembre.
El escalofriante relato del final que habrían tenido los 43 normalistas, delata la forma de actuar del grupo criminal Guerreros Unidos, que habría ejecutado a los normalistas que les fueron entregados por policías municipales de Iguala y Cocula en el paraje conocido como Loma de Coyote, por orden del ex alcalde igualeño, José Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda, ambos detenidos ya por estos hechos.
José Luis Abarca Velázquez ha sido consignado a un penal federal por la comisión de diversos delitos, y se integra otra averiguación por su participación junto con su esposa y policías, por la desaparición forzada de estudiantes y ciudadanos que se ha venido determinando durante la averiguación.
MUCHO CALOR PARA MANIPULAR LOS RESTOS
Según las declaraciones de los arrestados, dado el calor que desprendía el basurero, los delincuentes no pudieron manipular los restos de los cuerpos hasta cerca de las 5 y media de la tarde.
Cuando los peritos analizaron el lugar, encontraron cenizas y restos óseos que correspondían a fragmentos de restos humanos.
Cuando los criminales finalmente lograron bajar al lugar donde habían arrojado y quemado los cuerpos, recibieron la orden de quien apodan 'El Terco', de fracturar los restos de los huesos calcinados para ser depositados en bolsas de basura negras.
FORENSES ARGENTINOS
Horas después de que el procurador de la República informara de que las pruebas de ADN realizadas en la Universidad de Innsbruck, en Austria, confirmaron que un "fragmento de tejido óseo" hallado en un remoto paraje en el sureño estado mexicano de Guerrero corresponde a Alexander Mora, de 21 años, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que colabora en la identificación de los restos, sugirió en un comunicado que se debe contar con una mayor evidencia física, más allá de la testimonial, y continuar con la búsqueda de los desaparecidos.
Además, aclaró que no fue testigo del hallazgo del fragmento que culminó en la identificación, según informa Reuters.
"En opinión del EAAF, falta aún mayor evidencia física que una los hallazgos de ambos sitios y los exámenes de los restos, como el proceso de búsqueda de los desaparecidos, deben continuar", dijo en un comunicado.
Los jóvenes de la escuela normal rural de Ayotzinapa en Guerrero, uno de los estados con más violencia y pobreza del país, fueron tiroteados por policías el 26 de septiembre en la ciudad de Iguala cuando protestaban con una toma de autobuses, y entregados a sicarios.
El secuestro de los estudiantes fue ordenado por el alcalde de Iguala -la tercera mayor ciudad del estado- y su esposa, señalados como operadores de la organización delictiva Guerreros Unidos, y son parte de las 80 personas detenidas hasta ahora.
Entre los detenidos hay 44 elementos de las policías municipales de Iguala y Cocula, entre ellos, el subdirector de la segunda institución policial, César Nava González, mientras que 16 más ya han sido identificados y están siendo buscados.
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