BUENOS AIRES, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Oral en lo Criminal y Federal de La Rioja ha condenado a cadena de prisión perpetua e inhabilitación absoluta al exgeneral Luciano Benjamín Menéndez y al excomodoro Luis Fernando Estrella como autores mediatos del "homicidio premeditado" del obispo Enrique Angelelli, ocurrido el 4 de agosto de 1976, a causa de un accidente automovilístico simulado.
Estrella fue trasladado de inmediato al penal de Bouer, en Córdoba, por orden del tribunal, mientras que Menéndez ya se encontraba preso en la cárcel de Marcos Paz, en Buenos Aires, por otras condenas por delitos de lesa humanidad. A ambos les realizarán exámenes médicos para comprobar si pueden permanecer en prisión, según informa el diario 'Clarín'.
También estaban imputados en este caso el exdictador Jorge Rafael Videla, el exministro de Interior Albano Eduardo Harguindeguy y el expolicía de La Rioja Juan Carlos Romero, pero ya han fallecido. Angelelli pertenecía al sector de la Iglesia que se opuso a la dictadura militar argentina (1976-1983).
Los hechos ocurrieron el 4 de agosto de 1976, cuando el entonces obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, regresaba desde la ciudad riojana de Chamical, donde había participado de una misa en memoria de otros sacerdotes asesinados.
Angelelli viajaba en una camioneta junto al exsacerdote Arturo Pinto cuando, a unos 100 kilómetros al sur de La Rioja, según testigos y el mismo Pinto, un automóvil de color blanco se cruzó por delante de la camioneta, lo que provocó que el vehículo se saliera de la carretera y volcara.
El obispo salió despedido y falleció prácticamente en el acto, mientras que Pinto quedó dentro del vehículo inconsciente. Algunas versiones argumentaban que los dos imputados salieron del vehículo y dispararon en la nuca a Angelelli, mientras que Pinto declaró haber visto de cerca el cuerpo del obispo con graves lesiones en la nuca.
La autopsia confirmó que Angelelli murió a consecuencia de un golpe de elemento contundente en el hueso occipital, además de haber sufrido otras heridas y lesiones, incluida la fractura de varias costillas.
Los dos imputados que llegaron vivos al juicio están acusados por el asesinato de Angelelli y el intento de asesinato del sacerdote Pinto, testigo clave del caso para desbaratar la versión oficial de la dictadura de que la muerte del obispo riojano se produjo en un accidente automovilístico, y que durante años la jerarquía eclesiástica sostuvo como la versión verdadera de los hechos.
Durante la instrucción de la causa, se ha averiguado que Angelelli fue asesinado porque desde julio de 1976 investigaba por cuenta propia la muerte de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Rogelio Gabriel Longueville.
El día de su muerte, el obispo llevaba una carpeta con información sobre el asesinato de los dos sacerdotes que responsabilizaba del crimen a represores de la dictadura, en especial a militares de la base de la Fuerza Aérea en Chamical.
El juicio por el homicidio de Murias y Longueville concluyó en diciembre de 2012 con la condena a prisión perpetua de Menéndez, Estrella y el policía Domingo Benito.