LA HABANA, 27 Nov. (Notimérica) -
Tras la muerte del líder Revolucionario cubano, Fidel Castro, este viernes a los 90 años, se produce el milagro del marketing. Un traslado del comunismo al consumismo como ocurrió con el Che Guevara.
Castro pasará de ser propiedad de la isla ha convertirse en un artículo universal donde se reflejan atributos fieles a su persona: revolucionario, carismático, autoritario, perseverante, orgulloso y popular.
Aunque el exmandatario no consiga la admiración de muchas personas, el fallecimiento de Castro, posiblemente, se convertirá en un reclamo para una gran parte del público. Ha pasado al cielo del merchandising, donde ya descansa junto a otros personajes ilustres y generadores de productos inevitables que devuelven al consumidor la creencia en algo.
El líder cubano se ha convertido en carne de mercancía, donde la industria de la publicidad se está frotando las manos ante la nueva demanda de productos que surgirán en torno a la figura de Castro.
Ahora todo el mundo puede ser Castro o su versión souvenir. El merchandising seguirá manteniendo viva la llama del revolucionario en cada uno de los productos que se vendan al consumidor. Con la muerte de Castro, el capitalismo pierde un referente pero gana una marca.