LA HABANA, 3 Ago. (Notimérica) -
Una de las premisas fundamentales de la sanidad cubana es la prevención: sale mucho más barato prevenir que curar. El embargo que sufre la isla por parte de Estados Unidos desde el año 1960 ha propiciado que los cubanos tengan que fabricar sus propios productos durante años.
De ello se ha encargado el Centro de Inmunología Molecular (CIM), conocido localmente como un próspero centro de la biotecnología y que comenzó a funcionar en 1980. Allí se han producido más del 70 por ciento de los medicamentos necesarios en el país, además de vacunas para 21 enfermedades diferentes, según cuenta a 'CNN' el investigador Camilo Rodríguez.
Pero hay un producto fabricado en el CIM que destaca por encima de todas: una vacuna contra el cáncer de pulmón, el más común entre los hombres junto al de próstata.
"El cáncer de pulmón es la tercera causa de muerte por cáncer aquí en Cuba", dice Rodríguez. "Tenemos 4.500 pacientes con cáncer de pulmón cada año. Y en ese mismo período de tiempo, la misma cantidad de pacientes mueren por esta causa".
Dicho producto se llama CIMAVAX y, en realidad, no funciona como una vacuna tradicional porque no previene la enfermedad. En cambio, mantiene los tumores diagnosticados controlados mediante la inhibición de su crecimiento, actuando como un tratamiento.
A ello se le conoce como vacuna terapéutica. En lugar de dirigirse a las células cancerosas directamente, la vacuna actúa como una forma de inmunoterapia, aprovechando el propio sistema inmunológico del cuerpo para combatir el cáncer.
PRUEBAS EXITOSAS
De momento, las más de 5.000 veces que se ha aplicado la vacuna cubana contra el cáncer de pulmón señalan que es capaz de prolongar la vida de pacientes en etapas avanzadas de esta enfermedad. En un pequeño ensayo, los pacientes menores de 60 años vivían un promedio de 11 meses más que los que no recibieron la vacuna.
"Los datos muestran que la vida se ha prolongado, especialmente en pacientes menores a los 60 años, con una supervivencia media de 18,53 meses en los vacunados en comparación con los 7,55 meses para los no vacunados", explica Lee a 'BBC Mundo'.
INTERÉS MUNDIAL
Países europeos, Japón e incluso Estados Unidos ya han mostrado interés en el CIMAVAX. Incluso los países del viejo continente y el asiático ya han participado en los ensayos clínicos.
Mientras, Estados Unidos debe continuar normalizando las relaciones diplomáticas con la isla caribeña. Sin embargo, se estima que este mismo año, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) podrá comenzar con los ensayos clínicos en colaboración con el Roswell Park Cancer Institute en Buffalo, Nueva York.
El director del departamento de Inmunología de Roswell Park, el doctor Kelvin Lee, quien se muestra optimista respecto a las potencialidades futuras de la vacuna, estima que pasarán cinco años antes de que su uso sea aprobado en Estados Unidos.