MADRID, 21 Mar. (Notimérica) -
El Día Internacional del Síndrome de Down se celebra el 21 de marzo, fecha propuesta desde el 2011 por la Asamblea General de las Naciones Unidas con intención de concienciar sobre la existencia de este trastorno genético y de las necesidades que provoca.
También denominado trisomía en el par 21, el Síndrome de Down es una de las anomalías congénitas graves más frecuentes. Se debe a la presencia de una copia extra del cromosoma 21 (o una parte del mismo) en vez de los dos habituales que contienen el material genético.
Las características de este síndrome radican en un grado variable de discapacidad cognitiva y unos rasgos físicos característicos, así como una probabilidad superior a la de la población general de padecer algunas enfermedades, especialmente de corazón, del sistema digestivo y del endocrino, debido al exceso de proteínas sintetizadas por el cromosoma de más.
Otras capacidades que se pueden ver afectadas con esta anomalía genética son el carácter y la personalidad, la motricidad, atención, percepción, inteligencia, memoria, lenguaje y sociabilidad de quien la padece. Además, las mujeres mayores de 35 años son más propensas a que sus hijos nazcan con esta anomalía genética.
Actualmente hay diferentes asociaciones sin ánimo de lucro como Fundadown en Venezuela, la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (ASDRA), la fundación John Langdon Down en México o Down 21 Chile que se dedican a promover le inclusión social de los pacientes de esta condición innata.
Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer en favor de la valía y las valiosas contribuciones de las personas con trisomía en el par 21, así como para resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual.
Por eso en el IV Congreso Iberoamericano sobre Síndrome de Down, celebrado el pasado 17 de marzo, se trataron los retos legislativos y políticos en materia de discapacidad, según publicó la Federación Iberoamericana de Síndrome de Down.
En representación de la ASDRA, Luis Bulit indicó que "tenemos que convencer a quien no quiera oír hablar sobre derechos y discapacidad" y recalcó que "si no se goza de la diversidad, la dimensión social de los derechos humanos se eleva a una categoría inaccesible".
SÍNDROME DE DOWN EN IBEROAMÉRICA
Según publicó el diario chileno El Mercurio en marzo de 2013, el promedio del trastorno genético en el país era de 24,7 de cada 10.000 bebés nacidos, una cifra que sigue siendo alta si se compara con el resto de países de la región como Argentina, Brasil o Uruguay, que registra la tasa más baja. Además, en los últimos 30 años, se ha triplicado el número de bebés que nacen con el síndrome en Chile.
Con un promedio de 50 años de esperanza de vida en pacientes con el síndrome, Argentina y Paraguay registran las tasas más altas después de Chile, con 20,1 y 19,8 por cada 10.000 nacimientos, respectivamente.
En el cuarto puesto, tanto Brasil como Colombia registraron 17,2 nacidos con Síndrome de Down por cada 10.000, seguidos de Bolivia, con 15,5.
Los tres países con menor número de casos de Síndrome de Down fueron, siempre sobre un total de 10.000 nacimientos, Venezuela, con 14,9, Ecuador, con 14,8, y Uruguay, con 13,8, la tasa más baja en comparación con los citados países.