SANTIAGO, 27 Feb. (Notimérica) -
El 27 de febrero de 2010 Chile vivió su último gran terremoto. Ocurrido a las 3.34 (hora local) y de magnitud 8,8 en la escala de Ritcher, el seísmo ocasionó 530 muertos, millones de damnificados y numerosos daños materiales, convirtiéndose en la peor tragedia natural que ha vivido el país desde 1960.
El epicentro tuvo lugar en el mar chileno, frente a las localidades de Curanipe y Cobquecura, a 150 kilómetros al noroeste de la ciudad de Concepción, a 63 kilómetros al suroeste de la ciudad de Cauquenes y a 30,1 kilómetros de profundidad bajo la corteza terrestre.
Tuvo una duración de cuatro minutos en las zonas cercanas al epicentro y más de dos minutos en la capital. Además, se produjeron al menos 60 réplicas de más de seis grados de magnitud y el temblor se sintió hasta en ciudades como Buenos Aires y São Paulo (Brasil).
La energía liberada por este terremoto, considerado el tercero más fuerte en la historia del país y el octavo de la humanidad, fue equivalente a 100.000 bombas atómicas como la lanzada en Hiroshima (Japón) en 1945.
Sin embargo, esto no fue lo único que ocurrió, ya que 35 minutos después, un fuerte tsunami impactó en las costas chilenas como consecuencia del terremoto, destruyendo varias localidades ya devastadas por el impacto tectónico.
Así, pocos minutos después del terremoto, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico generó una alerta que se extendió a 53 países ubicados a lo largo de gran parte de su cuenca como Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica y Nicaragua, entre otros.
Tras el terremoto y posterior tsunami, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, declaró el estado de excepción constitucional de catástrofe en las regiones afectadas.
EL 'CINTURÓN DE FUEGO'
Chile está ubicado en el llamado 'Cinturón de Fuego', una de las zonas de mayor actividad sísmica de todo el planeta. Según el Instituto de Geofísica de la Universidad de Chile, la interacción entre las placas de Nazca --placa tectónica oceánica situada en el Pacífico oriental-- y de Sudamérica, produce un sismo destructor cada diez años, un promedio de veinte pequeños temblores diarios y casi 4.000 movimientos sísmicos anuales.
De hecho, el Centro Sismológico Nacional hizo el pasado domingo día 19 un llamamiento de tranquilidad por la "seguidilla" de movimientos registrados en la ciudad de Lebu, en la provincia de Arauco, donde se están produciendo en los últimos días movimientos de magnitud 4,9 en la escala de Ritcher. "Suceden en la zona de ruptura del terremoto del 27 de febrero de 2010. Lo más probable es que estén ocurriendo en lugares en los que quedó energía de aquel terremoto", señala el Centro Sismológico Nacional en un comunicado.