CIUDAD DE GUATEMALA, 15 Ene. (Notimérica) -
El 'Cristo negro de Esquipulas' es una imagen religiosa de Jesús crucificado de color negro que se ubica en el centro de la Basílica de Esquipulas. Es venerada por millones de fieles mesoamericanos cada 15 de enero, fecha de las fiestas patronales del pueblo ubicado al sur de la capital guatemalteca.
La Basílica, que alberga al 'Cristo negro', se encuentra en la zona conocida como 'trifinio', cerca de donde confluyen los límites territoriales entre Guatemala, El Salvador y Honduras. Estuvo habitada por los mayas 'chortís' del Reino Payaquí. Gracias a su ubicación y el altar del dios Ek Chuah, los indígenas de Mesoamérica realizaron peregrinaciones a esta zona para adorar el altar del dios del cacao, de la guerra y benefactor de los mercaderes.
Para poder colonizar a los aborígenes, los conquistadores españoles suplantaban lugares considerados sagrados por los indígenas con imágenes y creencias religiosas. Así se instauró una ermita y un convento cercano a la villa de Esquipulas en un proceso conocido como 'sincretismo religioso'.
Luego de la evangelización, según las leyendas de la localidad, los indígenas solicitaron a un escultor portugués la imagen de un Jesús crucificado de piel morena para asemejar la tez de aquellos que le venerarían.
Otra historia del folclor afirma que la imagen fue esculpida en madera de color habitual pero que se tornó negra con el tiempo. Según los datos de la Basílica de Esquipulas la escultura fue solicitada en 1594 y entregada el 15 de enero de 1595 a los guatemaltecos, quienes la trasladaron desde la capital hasta Esquipulas.
Los creyentes cargaron la imagen hasta el sur del país deteniendo la caravana en ciertos poblados para descansar, donde se dice que también, el Cristo hacía milagros. Llegó a su ubicación final el 9 de marzo de 1595, en la Parroquia de Santiago, donde se albergó antes de la construcción de la Basílica donde se encuentra a día de hoy.
Debido a su antigüedad y reputación es una de las imágenes más veneradas en Centroamérica y México. Los peregrinos asisten a las actividades religiosas y llevan ofrendas florales o placas a los pies del 'señor de Esquipulas' que se encuentra encerrado en un tubo de cristal en el centro de una escalinata en forma de caracol.
La escultura es una de las más antiguas del continente americano. Su veneración regional se atribuye al fraile franciscano Antonio Martínez de Jesús quién trabajó en Costa Rica y Nuevo México y popularizó la creencia en los milagros del 'Señor de Esquipulas'. La fe de los creyentes es tal que algunos realizan la entrada al templo de rodillas o caminan hacia la Basílica durante 5 días como penitencia.
La cultura católica de Guatemala ha adoptado la imagen del Cristo negro como un representante de las tradiciones de su país. La escultura se encuentra presente en representaciones artísticas de la idiosincrasia como la canción 'Milagroso señor de Esquipulas', escrita por el guatemalteco José Ernesto Monzón.