CIUDAD DE MÉXICO, 28 Dic. (Notimérica) -
Cada 28 de diciembre la Iglesia católica conmemora la fecha en la que, según el relato bíblico, el Rey Herodes I, el Grande, dio la orden de asesinar a todos los niños menores de 2 años nacidos en Belén. La masacre fue dictada porque Herodes temía que Jesús le quitara el poder. A pesar de la matanza, Jesús sobrevivió, pues sus padres se refugiaron en Egipto. Las bromas que se juegan ese día responden al engaño en el que vivió el rey Herodes creyendo muerto a Jesús durante mucho tiempo.
En Estados Unidos, es común ver la conmemoración de este día con bromas dirigidas a familiares y amigos, es por ello que México conserva esta tradición pegando monedas en el suelo, colocando papeles en la espalda del 'inocente', solicitando cosas prestadas para no devolverlas más o publicando noticias falsas en redes sociales.
Las bromas son una tradición que solamente se realiza en los países al norte del continente. Así, Guatemala por su parte juega bromas sencillas entre sus habitantes y paulatinamente la población más joven ya no realiza dicha actividad.
En El Salvador la festividad corresponde a la localidad de Antiguo Cuscatlán, departamento de la Libertad, al norte de la capital. La iglesia católica de esa zona organiza procesiones donde los niños cargan imágenes de porcelana y las madres caminan con el niño Jesús del nacimiento de Navidad. La caminata se realiza por las calles del pueblo y finaliza con una misa en la única parroquia salvadoreña dedicada a los santos niños inocentes.
La alcaldía de Antiguo Cuscatlán organiza además, cada 28 de diciembre, un mercadillo de alimentos típicos y artesanías. Es común que los salvadoreños consuman dulces, conservas de frutas y frituras esa noche. Al finalizar los festejos, se da inicio a una quema de pólvora que finaliza con los 'toritos pintos', un juego tradicional que consiste en un toro de madera con cohetes de fuegos artificiales disparados a los espectadores.
Venezuela por su parte, celebra en esta fecha la 'Fiesta de los locos' o 'Los Zaragozas'. Los habitantes de Sanare, en el Estado de Lara, se visten con disfraces coloridos y realizan correrías con música y oraciones hasta llegar a la misa en la capilla de Sanare. Finalizados los oficios religiosos, realizan otra caminata por todo el pueblo y proceden al 'encierro' donde se retiran los disfraces y la fiesta culmina con un baile con todos los habitantes del pueblo.
La fiesta gira en torno a un cuadro al óleo, simbólico de la matanza del Rey Herodes, encontrado en el municipio de Sanare. El cuadro es custodiado durante todo el año por una capitana que, además, inscribe a las personas que se disfrazaran el día de la festividad y lleva a su cargo la organización de todo el evento.