MADRID, 13 Feb. (Notimérica) -
Ya lo decía la canción de Reg Presley, más tarde versionada por los británicos The Troggs, 'Love is all around' ('El amor está en todas partes'). Los poetas románticos dieron al amor su versión más extrema, como el sentimiento más poderoso y terrible que existe, y ahora el amor se exalta en San Valentín, se puede imprimir en 3D, se investiga su relación con los genes e incluso podría evitar el cambio climático.
La ciencia podría estar detrás del sentimiento amoroso, como reveló una investigación de la universidad de Pekín en 2014, explicando que los genes podrían ser los responsables de la elección de tu pareja. Muchos estudios previos habían relacionado el sentimiento amoroso con factores no genéticos como el estatus socioeconómico, la apariencia externa o la personalidad, sin embargo, el genotipo podría determinar si algún día te enamorarás o permanecerás soltero.
Si tienes el alelo G, lo más probable es que te quedes soltero, mientras que los individuos con genotipo CC cuadrarán muy bien con los genotipos CG/GG. Por eso, tu composición genética es clave para ayudarte en tus relaciones amorosas.
El amor está también en los pequeños detalles, por eso la voz con la que hablas a tu pareja puede atraerle o distanciarle. Los hombres realmente sienten un hormigueo en la piel al escuchar la voz de una mujer, siempre y cuándo ella se encuentre en su momento más fértil del ciclo, según aseguraron científicos de la Universidad James Madison, en Estados Unidos.
La actividad eléctrica en la piel de los hombres, junto con su frecuencia cardiaca, aumenta a los cinco segundos de escuchar la voz femenina en su momento más fértil. Por eso, los hombres se sienten atraídos por la voz antes incluso de ser conscientes de ello.
En lo que se refiere a estadísticas, los mexicanos son los más románticos, ya que nueve de cada diez así se declararon en una encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica del 2014, a pesar de que sus opiniones están divididas sobre si es la rutina o el verdadero amor lo que mantiene unidas a las parejas.
Quizá para los mexicanos sea más fácil enamorarse, porque cuentan con el lugar más romántico del mundo: El 'callejón del beso', el rincón para los enamorados, que está en Guanajuato, México. Se trata de un callejón corto y estrecho, que se encuentra entre dos casas cuyos balcones sólo están separados por unos cuantos centímetros, un rincón íntimo para todos aquellos que se atrevan a pasar sin poder apenas respirar.
El callejón hace honor a todos aquellos enamorados que durante siglos no pudieron expresar libremente su amor, atrapados en las 'normas' sociales que delimitaban las clases y dividían a las personas, pero que como ocurre en la ficción y -a veces- en la realidad, el amor siempre acaba triunfando.
El amor es poderoso, tanto que algunos incluso lo ven como la solución al cambio climático. Así lo consideró el ministro de Agua, Tierra, Medio Ambiente y Cambio Climático del Gobierno de Jamaica, Ian Hayles, cuando abrió el Foro de Alianzas del Climate Investment Fund (CIF) en junio del año pasado, asegurando que para prevenir el cambio climático "todo es cuestión de 'Un solo amor'".
Empezando con un poco de amor, y sobre todo, con sencillez, el ministro consiguió que el tema del cambio climático se volviera un poco más entretenido para los 500 participantes globales que asistieron al evento. El amor tiene ese poderoso don de hacerlo todo más bonito.
Por eso, todas las grandes historias comienzan con algo de amor. Lo mismo sucede con la impresión digital en tres dimensiones. La persona debe contar una historia de amor vivida. Los cambios en las señales del cuerpo durante su narración, como alteraciones en el habla o en el tono de voz, son capturados y registrados a través de sensores, para después plasmarlos en una figura determinada.
A través de un software específico, los cambios mencionados se aplican en la impresión en tres dimensiones en un objeto específico, que cambiará su forma final dependiendo de la historia narrada y de los sentimientos captados por los sensores. Así, se consigue que el amor tenga forma y que, finalmente, el sentimiento se convierta en materia.
Mucho antes de la impresión digital, los mayas ya habían aventurado todas las implicaciones que tiene la palabra amor. Precisamente, una investigación realizada en 2014 sobre el alfabeto maya, reveló que empleaban la palabra 'yaaj' para definir "amor, odio, amar o sufrir, alegría o dolor", lo que de alguna forma refleja todo lo que implica el amor, una relación de opuestos que consigue de alguna forma el equilibrio.
LA FELICIDAD ESTÁ EN UNO MISMO
Lo de que para querer a otro hay que quererse primero a uno mismo es cierto. Mahatma Gandhi decía que "la felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía", así que no se trata de que otros nos quieran, sino de querernos nosotros y saber quiénes somos.
Aquí te dejamos algunos consejos para una mente sana y feliz, estés o no estés con alguien.
- Alejarse de los malos pensamientos, ser optimista.
- Dormir y comer bien. Verse bien en el espejo es fundamental para tomarse las cosas con una actitud positiva.
- Cambiar las cosas que están a nuestro alcance proponiendo soluciones, las que no dependan de uno mismo, dejarlas pasar.
- Recordar que el miedo no es real, sino una creación. Aprender a superar los temores.
- Actuar por amor, ser compasivo, sonreír y disfrutar de las pequeñas cosas.