Publicado 21/11/2023 15:50

Berto Romero se adentra en 'El otro lado': "La nostalgia nos lleva a terrenos muy peligrosos, desagradables y tóxicos"

Berto Romero se adentra en 'El otro lado': "La nostalgia nos lleva a terrenos muy peligrosos, desagradables y tóxicos"
Berto Romero se adentra en 'El otro lado': "La nostalgia nos lleva a terrenos muy peligrosos, desagradables y tóxicos" - EUROPA PRESS

   - Aúna comedia y terror en su nueva serie para Movistar Plus+ dirigida por Javier Ruiz Caldera y Alberto de Toro

   MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Este jueves 23 de noviembre Movistar Plus+ estrena los dos primeros capítulos de 'El otro lado', la nueva serie creada y protagonizada por Berto Romero. Tras explorar los recovecos más costumbristas, hilarantes y también dramáticos de la "autoficción" en las tres temporadas de 'Mira lo que has hecho', el cómico catalán sorprende con un complejo artefacto audiovisual en que, "en una extraña pirueta" logra un difícil pero certero equilibrio entre comedia y terror.

   En la serie, dirigida a cuatro manos y dos barbas por Javier Ruiz Caldera y Alberto de Toro ('Malnazidos') Romero encarna a Nacho Nieto un periodista del misterio especializado fenómenos paranormales que atraviesa sus horas más bajas. Un lugar "oscuro y amargo" desde el que, sin dejar nunca de lado el humor, Berto reflexiona sobre la pérdida, los sueños rotos, el desencanto, los medios de comunicación y, también, de los fantasmas del presente y, sobre todo, del pasado que acechan en el día a día para desmontar la máxima aquella de que "todo tiempo pasado siempre fue mejor".

   "Yo soy fundamente antinostálgico. Creo que la nostalgia nos lleva a terrenos muy peligrosos, desagradables y tóxicos y creo que hay que desactivar la nostalgia en la medida de lo posible, tanto la buena como la mala", proclama Berto en una entrevista concedida a Europa Press en al que alerta que "quedarte anclado en el pasado es una forma de no evolucionar".

   "Pero también tenemos que ejercitar la memoria. No ser nostálgico no significa ser desmemoriado", dice al ser interrogado por los momentos de tensión vividos en calles las últimas semanas en las protestas contra la amnistía y los pactos del PSOE con las fuerzas independentistas que han culminado con la investidura como presidente del Gobierno de Pedro Sánchez.

   En este punto, el cómico y guionista cambia el tono para recodar los disturbios que tuvieron lugar en Cataluña de hace tan solo unos años: "Yo vivo en Barcelona y recuerdo otro momento de una tensión... Creo que, por desgracia, esto se está petando aquí ahora en Madrid y de repente lo estáis viendo. Pero lo recuerdo perfectamente. Y creo que está bien hacer un cierto ejercicio y recordar lo que ya hemos vivido para no estar continuamente atascados en lo mismo".

   "Pero vamos, lejos está de mi intención darte ni un discurso político... ni mucho menos un titular interesante", dice retomando la sonrisa el creador de 'El otro lado'. Una serie compuesta de seis capítulos que partiendo de "una historia de fantasmas" visita muchos géneros y aborda numerosos temas. "Siempre hay una idea inicial y en esta serie la idea inicial era una historia de fantasmas", explica Berto que asegura que a través de estos fenómenos paranormales se puede hablar "de la muerte, de lo que vuelve de la muerte, de lo que no se ha ido" pero también de "fantasmas de otro tipo" como la culpa, la mentira o "el no haber llegado a lo que querías".

EL FANTASMA DEL "PATRIARCADO FELIZ"

   "Esa idea inicial era muy oscura y, servicio de eso, empecé a escribir y salió algo muy, muy amargo", recalca Berto que este viaje entre el terror, el drama y la comedia vuelve a estar acompañado de su inseparable Andreu Buenafuente. Y, en otro juego en el que también resuenan ecos de metaficción, Buenafuente encarna en 'El otro lado' al fantasma del doctor Estrada, el mentor del protagonista que murió hace dos décadas y que, ahora que Nacho atraviesa una profunda crisis personal y profesional, reaparece para azuzarle con sus rancios consejos y sus, ahora intolerables antaño presuntamente hilarantes, chascarrillos machistas.

   "Es alguien que recuerda a una época, recuerda a una televisión", apunta Berto que asegura que, si bien en lo estético la referencia más evidente es la del el doctor Fernando Jiménez del Oso, lo cierto es que solo se fijaron en el legendario psiquiatra y periodista especializado en parapsicología para captar "cierta presencia".

   "Todo fue a partir de una foto. Si buscas Jiménez del Oso en Google, hay una foto, no sé si es la quinta o la sexta, que sale con un traje color café y con un cuello alto. Y dijimos: 'Es esto, esta energía, esta presencia'", recuerda Romero que asegura que el objetivo nunca fue la imitación sino evocar "a los grandes nombres de la televisión" y lograr que el fantasma encarnado por Buenafuente tuviera "el peso y la gravedad" propios de "iconos" de la pequeña pantalla como Chicho Ibáñez Serrador, Félix Rodríguez de la Fuente o el propio Jiménez del Oso.

   Además de su presencia, sobrenatural e imponente, el fantasma que persigue al protagonista también exhibe un buen catálogo de "barbaridades" que estaban normalizadas hace no muchos años y que hoy en día resultan inaceptables. Es el paradigma de lo que Berto define como "el patriarcado feliz", un modo de entender el mundo ya por suerte desfasado y que, de hecho, "choca" frontalmente con la actitud del protagonista.

   "Esta serie también tiene algo de catálogo de masculinidades chocando entre ellas lo que me parece interesante y, también en el caso de Nacho y su fantasma, divertido. Es el contraste lo que funciona", explica Berto que asegura que la clave era mezclar los chistes y chascarillos machistas y rancios del doctor Estrada con "otra masculinidad, que es la de Nacho, que está totalmente a favor de la deconstrucción".

"LA HUMANIDAD, EVOLUCIONA FAVORABLEMENTE"

   "Él se está deconstruyendo, tiene muy claro cómo no hay que comportarse en este mundo. Lo que no sabe muy bien es en qué se está construyendo", dice el actor y guionista que asegura que este mismo proceso, el de "reflexionar" sobre situaciones, actitudes y expresiones que antaño eran normales o aceptadas, es algo todavía muy necesario. "Sobre todo para los hombres de mi generación, que pensábamos que ya teníamos el MS-DOS instalado y el Windows ahora nos 'rula' de otra manera y el MS-DOS nos está dando problemas, nos saca pantallas azules", dice.

   En todo caso, Berto asegura que "aunque nos parezca que no", la sociedad "y en general la humanidad, evoluciona favorablemente". "Creo que cada vez somos mejores", proclama para después apostillar con certera ironía que aún se podrá hacer mejor sino en las formas, al menos sí en los tiempos. "El único problema, por buscar un problema, es que nuestro ritmo de mejora es tan lento que a lo mejor no nos da tiempo porque, por ejemplo, el ritmo de degradación planetaria es más rápido. Pero que lo estamos haciendo bien seguro. Creo que un poco lento, simplemente", concluye.