Publicado 12/03/2025 13:58

Archivada la denuncia de Hazte Oír contra Broncano y Lalachus por la estampita de la vaquilla de las campanadas

Archivo - Lalachus muestra la imagen de la estampita con la cabeza de la vaca del Grand Prix.
Archivo - Lalachus muestra la imagen de la estampita con la cabeza de la vaca del Grand Prix. - RTVE - Archivo

MADRID 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid ha acordado el archivo de la denuncia presentada por Hazte Oír contra el presentador de 'La Revuelta' David Broncano, el presidente de Radio Televisión Española (RTVE), José Pablo López Sánchez, y Laura Yustres, conocida como Lalachus, por un delito contra los sentimientos religiosos por mostrar una estampita del Sagrado Corazón de Jesús con la cabeza de la vaquilla del Grand Prix durante las campanadas de fin de año.

En el auto de sobreseimiento, recogido por Europa Press, el magistrado Marcelino Sexmero subraya que el gag en cuestión "se encuentra dentro de los límites de la libertad de expresión" dado que "fue emitido en el marco de un programa de fin de año (...) en un tono humorístico".

"El gag era eminentemente satírico y tenía una intención claramente humorística sin que en ningún momento en el diálogo entre los presentadores se haga ninguna mención religiosa, como tampoco aparece la imagen de Jesucristo en el pecho del toro sino solo un corazón y rayos de luz", advierte.

Así, y tras recordar que las diligencias esenciales ya han sido practicadas, indica que "no existe justificación alguna para demorar la conclusión de la instrucción" y destaca que de lo actuado "no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado lugar a la formación de la causa, por lo que procede decretar el sobreseimiento provisional de las actuaciones".

Abundando en su decisión, Sexmero reseña que en este asunto se estaba "ante la confrontación del derecho fundamental a la libertad de expresión en contraposición con el derecho fundamental a la libertad religiosa". Y apunta que con el Código Penal en la mano, para que exista delito "no basta con ofender los sentimientos religiosos, sino que se requiere que con dicha conducta se haga escarnio de una confesión religiosa, con la intención, además, de ofender los sentimientos religiosos".

Tras esto, insiste en que "no se aprecia ni en la actitud de la denunciada Laura Yustres, ni en las expresiones vertidas cuando portaba la estampa, el escarnio que exige el tipo".

"Como ya hemos dicho, el tipo penal no exige cualquier burla, sino una burla tenaz, que la RAE define como firme, porfiado y pertinaz; adjetivos que a su vez define como terco y obstinado, esto es, con una inequívoca intención ofensiva", añade.

Además, recuerda que el programa de TVE de las campanadas es de entretenimiento y está "desvinculado de cualquier práctica religiosa" porque la Nochevieja "es una festividad desprovista actualmente de contenido religioso y con una finalidad evidentemente lúdica". "No podemos considerar que estuviera dirigido a los fieles de una confesión, en concreto la católica, sino al público en general", explica.

VEJACIÓN DIRECTA

Así las cosas, señala que "no se cuestiona que en la actuación de Yustres y Broncano haya un inequívoco sentido satírico, crítico e incluso provocador, o cualquier otro calificativo del estilo, o incluso que pueda resultar de mal gusto para algunas personas" pero, añade, "debe rechazarse que tal conducta sea ofensiva, en el sentido reforzado que exige el tipo".

"La sátira y el recurso a lo irreverente han sido en no pocas ocasiones un recurso artístico para hacer crítica social, mostrando la oposición del creador a determinados modelos", añade.

Por otro lado, el magistrado tampoco considera que la acción ejecutada por Lalachus y Broncano "constituya una vejación para los que profesan o practican la religión católica" porque el tipo penal "castiga al que veje, es decir, al que moleste, ofenda, humille o ultraje, también públicamente, no los dogmas, creencias, ritos o ceremonias de una confesión religiosa sino a las personas, en particular o en general, que profesan o practican dicha religión". "Pero dicha vejación tiene que ser directa, no indirecta", resalta.

Y avisa de que "los grupos religiosos deben tolerar las críticas públicas y el debate sobre sus actividades, creencias o enseñanzas, siempre que tales críticas no supongan insultos intencionados y gratuitos o discurso de odio, que constituyan una incitación a la violencia y a la discriminación en contra de los miembros de una religión concreta".

LA POSTURA DE HAZTE OÍR

Hazte Oír, que ya ha anunciado que recurrirá esta decisión, sostenía que fue evidente para cualquier espectador que se dio una burla de la clásica imagen del Sagrado Corazón de Jesús, "habiéndose sustituido el rostro de Cristo por el de un animal con un claro afán de mofa y escarnio".

Indicaban, asimismo, que el insulto fue "absolutamente gratuito" dado el contexto y puesto que "no obedecía a ningún tipo de legitima critica amparada por la libertad de expresión ni tenía relación alguna con la idea que se quería transmitir".

Cabe recordar que la Fundación Española de Abogados Cristianos también presentó una denuncia contra el presidente de RTVE y Lalachus por posibles delitos de odio y contra los sentimientos religiosos.

Tras el programa, el presidente de la corporación, Pablo López, escribió un mensaje en la red social "X" con la imagen de Lalachus mostrando la estampita en el que decía "Feliz de trabajar con gente que arriesga".

Para Abogados Cristianos, ese mensaje en redes sociales mostraba que "la burla contra los cristianos contaba, como mínimo, con su beneplácito o, incluso, fue orquestada por él".

La organización de juristas denunció que se utilizó el "ataque a los cristianos" para "generar polémica y así aumentar audiencia, algo que ya ocurrió con la gala de inauguración de los Juegos Olímpicos".

A juicio de la organización, el uso de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús como la vaca del Gran Prix, "denota un claro menosprecio y burla hacia los ritos y símbolos del catolicismo y supone una vejación, una injuria y un ultraje hacia los sentimientos religiosos y las creencias católicas".

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