QUITO, 16 Abr. (Notimérica) -
Hace hoy un año, Ecuador sufría una de las peores catástrofes de su historia. Un terremoto de 7,8 en la Escala de Richter acababa con la vida de más de 650 personas y dejaba a su paso daños materiales por valor de 175.000 millones de dólares. Fuentes de la Oficina de Naciones Unidas (ONU) para la Coordinación de Asuntos Humanitarios declararon que más de un millón de personas se vieron afectadas por el temblor.
Pasaba la media tarde en el país cuando la costa pacífica ecuatoriana fue sacudida por un fuerte temblor cuyo núcleo se encontraba entre las provincias de Manabí y Esmeraldas. Unos 120 equipos de bomberos, acompañados de sanitarios, paramédicos y ambulancias, se trasladaban hacia las zonas afectadas. Poco después se vería que la envergadura del suceso requería de mucho más apoyo y colaboración.
Además de los cientos de edificios derrumbados y carreteras destrozadas, algunas localidades sufrieron cortes de agua potable y varias zonas del país sufrieron cortes eléctricos que dificultaron las labores de rescate cada la noche. Sin energía, el mantenimiento de aparatos encendidos con los que informarse de la situación o mantener las conexiones entre la ciudadanía fue de notable dificultad.
Esto último llevó a que compañías de teléfono mandaran equipos para la reparación de las comunicaciones poco después del suceso, así como a que empresas como Skype habilitaran servicios de llamadas gratuitas a teléfonos fijos y móviles por todo el territorio. Igualmente, Sprint retiró los impuestos a los mensajes de texto y llamadas internacionales hechas desde Estados Unidos a Ecuador.
Ese mismo día, poco después de que tuviera lugar el terremoto, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (Hawái, Estados Unidos) emitió una alerta que anunciaba un posible tsunami en las costas de Ecuador, Colombia, Costa Rica, Panamá y Perú, lo cual movilizó a cientos de habitantes de las zonas costeras. Finalmente, la alarma fue anulada ese mismo día, aunque el miedo en los países vecinos estaba presente desde el principio, ya que las ondas sísmicas del temblor pudieron sentirse en los países fronterizos de Colombia y Perú.
ZONAS MÁS AFECTADAS
Las ciudades más afectadas fueron Portoviejo, Manta, Chone, Bahía de Caráquez, Rocafuerte, Calceta, Puerto López, Pedernales y Jaramijó. La localidad que más pérdidas humanas y materiales sufrió fue Pedernales, en la provincia ecuatoriana de Manabí (en la costa noroeste del país), donde posteriormente expertos y estudios situarían el epicentro del sismo --concretamente entre las parroquias de Pedernales y Cojimíes--.
La ciudad fue destruida casi en un 80% y el acceso a la zona fue imposible durante varios días por vía terrestre. La situación de pánico y destrucción inmoviliaria hizo que varios locales comerciales fueran saqueados horas después del seísmo. El alcalde de la ciudad, Gabriel Alcívar, solicitó públicamente la donación de ataúdes y formol para alojar y mantener los numerosos cadáveres que se encontraban en las calles, muchos de ellos sin identificar.
Además de las centenares de muertes (de 12 nacionalidades diferentes), se registraron más de 6.000 heridos y una decena de desaparecidos, repartidos entre varias de la ciudades afectadas. La cifra de realojados superó los 20.000 y 113 personas fueron rescatadas de entre los escombros con vida. La ciudad que más defunciones registró fue Manta, seguida de Pedernales, Portoviejo, San Vicente, Jama y Sucre.
CONSECUENCIAS Y ACCIONES
A los miles de heridos y de viviendas afectadas en toda la zona, se sumó que varios aeropuertos se vieron alterados, se produjeron incendios y, además, en torno a 100 presos escaparon del Centro de Rehabilitación Social El Rodeo de la ciudad de Portoviejo, entre otros hechos.
Por todo ello, el presidente de Ecuador, Rafael Correa --que se encontraba de gira por Europa--, tuvo que adelantar su viaje de regreso y se vio obligado a declarar el estado de excepción a nivel nacional y el estado de emergencia en seis provincias costeras. De la misma manera, anunció el aumento de dos puntos porcentuales al IVA durante un año, un cobro de un 0,9% a los patrimonios mayores de un millón de dólares, y la donación del 10% de los sueldos de dos meses de las autoridades de mayor jerarquía del país.
Además, el Ministerio de Educación suspendió las clases y actividades educativas en las seis provincias declaradas en emergencia y la presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, Gabriela Rivadeneira, suspendió las sesiones del Pleno y las comisiones. El Ministerio de Inclusión Económica y Social recibió donaciones de la población y se celebraron además varias concentraciones y actividades para la recolección de dinero o materiales de construcción, como la jornada que llamarían el Ayudatón.
Debido a la posición geográfica de Ecuador y a los procesos tectónicos de esta zona del continente, es un país en el que son frecuentes los terremotos. El cabalgamiento en el límite entre la placa continental sudamericana y la del Pacífico lleva a que los movimientos sean frecuentes en la franja cercana a la costa de Perú, Ecuador o Chile.
Así, después del terremoto se registraron en torno a 2.438 réplicas y en el último año Ecuador ha sufrido 48 sismos de magnitud mayor a 5Mw y 12 con magnitud mayor a 6Mw, incluyendo el temblor del día 16 y uno posterior, el día 18 de mayo, sucedido en una zona cercana al anterior epicentro.