Actualizado 25/02/2015 15:11

Amnistía Internacional alerta de la violencia policial y la impunidad en Brasil

Miembros de la Policía Militar deteniendo a un ciudadano brasileño.
Foto: REUTERS

RÍO DE JANEIRO, 25 Feb. (Notimérica) -  

   Amnistía Internacional (AI) alerta en su informe 'El estado de los Derechos Humanos en el Mundo' del alto grado de violencia en Brasil, especialmente en lo que se refiere a la escalada de muertes cometidas por policías, en muchos casos responsables de torturas y malos tratos que casi nunca son castigados.

   Según recoge la organización internacional, tan solo las policías de los Estados de Río de Janeiro y São Paulo cometieron entre 2013 y 2014 un total de 2.130 homicidios -sin contabilizar las muertes de noviembre y diciembre de 2014 en Río-.

   "Los datos nos preocupan mucho. Lo peor es que ni siquiera todos los Estados tienen esos datos, o sea que no sabemos cuántas personas mataron los policías en Brasil", lamenta el asesor de Derechos Humanos de AI Brasil, Alexandre Ciconello, en declaraciones a UOL.

   Río de Janeiro, con un problema de violencia endémica, se lleva la peor parte, y paradójicamente tienen mucho que ver las políticas de 'pacificación' de las favelas: en 2013 la policía mató a 424 personas en operaciones de seguridad.

   Entre los casos más graves de abusos policiales recientes AI destaca la muerte del bailarín Douglas Rafael da Silva Pereira, baleado en una persecución en la favela de Pavão-Pavãozinho el pasado mes de abril, y del albañil Amarildo de Souza, de Rocinha.

   Este último fue torturado hasta la muerte hace dos años, lo que desencadenó una ola de protestas sin precedentes.

   El director ejecutivo de AI Brasil, Átila Roque, ha recordado que el Mapa de la Violencia ha contabilizado hace poco más de 56.000 homicidios por año en Brasil, de los cuales al menos 30.000 son asesinatos de jóvenes, de entre 15 y 29 años, la mayoría negros. "Es como si cada dos días se estrellara un avión lleno de jóvenes", lamenta.

   De hecho, Amnistía lanzó hace unos meses la campaña #JovemNegroVivo, para llamar la atención sobre los efectos que la violencia tiene especialmente entre esta minoría.

   El informe de la organización también alerta de que en 2013 y 2014, cuando Brasil vivió numerosas protestas a raíz de la Copa de Confederaciones y el Mundial de Fútbol, hubo muchas detenciones arbitrarias y "truculencia policial".

   Además, el texto destaca que durante el campeonato al menos 18 periodistas fueron agredidos en el ejercicio de su profesión y que incluso hubo un fallecido, el cámara Santiago Andrade, que no pudo superar las heridas causados por un explosivo durante una manifestación.

   El informe también se detiene en un aspecto que suele ser objeto de críticas: el estado de las cárceles brasileñas, dominadas por "la superpoblación extrema, condiciones degradantes, tortura y violencia".

   Cita el caso especialmente impactante de la prisión de Pedrinhas, en el Estado de Maranhão, donde entre 2013 y octubre del año pasado 78 detenidos fueron asesinados.

   El informe, que será entregado formalmente a la presidenta Dilma Rousseff, también recoge algunos avances; como la lucha del Gobierno contra la discriminación por orientación sexual o identidad de género o la puesta en marcha de la Comisión Nacional de la Verdad (CNV), que he recogido en sus investigaciones las violaciones de los derechos humanos que se cometieron en Brasil durante la dictadura militar (1964-1985).