NUEVA YORK, 10 Jun. (Notimérica/EP) -
La comunidad de Alcohólicos Anónimos (A.A) celebra este 10 de junio el 79 aniversario de su creación. A lo largo de este tiempo, millones de personas afectadas por la enfermedad del alcoholismo han podido recuperarse en grupos extendidos por todo el mundo de un infierno que, de no poner solición, destruye al alcohólico y a su entorno familiar.
A.A se creó en el año 1935 en la localidad estadounidense de Akron (Ohio) por un corredor de bolsa de Nueva York, Bill, y un médico de Ohio, Bob (ambos ya fallecidos), bebedores empedernidos y que se dieron cuenta de que, compartiendo sus problemas con el alcohol, lograban mantenerse sobrios.
Actualmente, más de dos millones de personas se recuperan en todo el mundo de la enfermedad del alcoholismo en la comunidad de Alcohólicos Anónimos.
De los 2,1 millones de enfermos alcohólicos que son miembros de A.A, el 60,7 por ciento pertenece a los más de 59.000 grupos existentes en Estados Unidos, según el cálculo estimado a partir del 1 de enero del presente año.
Según los datos a los que ha tenido acceso Notimérica/EP, sumando Estados Unidos y Canadá, el número de alcohólicos en recuperación en la comunidad de A.A ascendería a 1.388.727, cifra que aumentaría hasta 1.425.647 si se suman los que asisten a reuniones dentro de correccionales y otros.
En total se estima que la comunidad de alcohólicos anónimos cuenta actualmente con más de 2,1 millones de miembros que habitualmente asisten a las reuniones en los más 114.000 grupos que la comunidad tiene en unos 180 países.
Estos datos están basados en los informes de los grupos inscritos en la Oficina de Servicios Generales y no representan un cálculo exacto de quienes se consideran miembros de A.A. ya que la comunidad no lleva registros de sus miembros.
¿CÓMO FUNCIONA?
Alcohólicos Anónimos tuvo su origen en el año 1935 en la localidad estadounidense de Akron, cuando un corredor de bolsa de Nueva York y un médico de Ohio (ambos ya fallecidos), que eran bebedores empedernidos, se dieron cuenta de que, compartiendo sus problemas con el alcohol, lograban mantenerse sobrios.
Ese "descubrimiento" ha servido a millones de enfermos de alcoholismo que hasta la actualidad han conseguido "detener" esta enfermedad que se considera, si no se detiene, como "incurable, progresiva y mortal".
Para recuperarse, los miembros de Alcohólicos Anónimos en todo el mundo acuden periódicamente a reuniones en las que se comparte la experiencia sobre la enfermedad del alcoholismo y en las que la recuperación se basa en el intercambio de esas experiencias. El anonimato garantiza a los miembros de A.A. que su recuperación será un asunto confidencial.
Alcohólicos Anónimos es actualmente una comunidad mundial, de carácter voluntario, donde hombres y mujeres de toda condición se reúnen para lograr y mantener la sobriedad.
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El único requisito para ser miembro de A.A. es el deseo de dejar la bebida, ya que en la comunidad no se pagan honorarios ni cuotas, sino que se mantiene con las aportaciones voluntarias de sus miembros.
El programa de Alcohólicos Anónimos es de completa abstinencia. Los miembros simplemente no toman bebidas alcohólicas un día a la vez. "No hacemos promesas; simplemente nos centramos en no tomar el primer trago hoy. Ayer ya pasó, y mañana nunca llega" nos explica un miembro de A.A.
La sobriedad se mantiene así por medio de la experiencia, la fortaleza y la esperanza compartidas en las reuniones de los grupos, y por medio de los Doce Pasos sugeridos para recuperarse del alcoholismo.
Así, a lo largo de sus ya 79 años de existencia, los miembros de Alcohólicos Anónimos del mundo entero se han ido reafirmando en el principio de que la mejor manera de mantenerse sobrios es compartiendo sus experiencias y ayudando a otras personas que tienen el mismo problema.
DEL "INFIERNO" A LA "BENDICIÓN"
Un miembro de AA explica que cuando llegó a la comunidad "estaba derrotado. Había perdido familia y trabajo, pero lo más importante, me había perdido a mí mismo".
"El ver que había otras personas que habían pasado por lo mismo que yo, y que habían superado no sólo sus problemas con el alcohol, sino que podían enfrentarse a la vida en sobriedad, hizo que deseara probar esa nueva vida, que hoy se ha convertido en una bendición, cuando con la bebida fue durante muchos años un auténtico infierno".
Hombres y mujeres de distintas edades, creencias, culturas, o estratos sociales, encuentran en A.A un lugar donde compartir sus experiencias con total libertad y con la seguridad de que sus compañeros les van a entender.
"Yo no podía hablar de lo que me pasaba con nadie; sentía que no me iban a entender y además me avergonzaba ver en qué me había convertido" explica otra persona que acaba de cumplir nueve años en sobriedad.
Felizmente casada, madre de dos hijos, y profesional de éxito, esta mujer no duda cuando se le pregunta cuál ha sido la decisión más importante de su vida: "Acudir a A.A y pedir ayuda, porque yo sola no podía salir del pozo en el que me encontraba", afirma.
"Hoy agradezco por cada día de sobriedad y aunque siguen existiendo problemas en la vida, puedo afrontarlos con serenidad y fortaleza", asevera esta mujer, que más allá de sus palabras, transmite la alegría de vivir que ha encontrado en el largo pero "apasionante" camino de la recuperación. "¡De verdad, merece la pena¡", dice al final de la conversación.