CARACAS, 28 Dic. (Notimérica) -
Desde hace más de 100 años, los monaguenses venezolanos celebran hoy, 28 de diciembre, el tradicional Día del Baile del Mono en la localidad de Caicara, un municipio Cedeño del estado de Monagas.
Se trata de una representación folclórica y manifestación popular indígena del oriente del país bautizada como el Baile del Mono. Ancestros indios Chaima, Paria y Cariña dejaron la esencia de este festejo con el fin de agradecer la cosecha de abundante maíz y algodón en unos ritos donde el hombre y la naturaleza se unían pintándose la cara con Onoto o Negro Humo para demostrar la igualdad entre ellos.
Sin embargo, otras teorías afirman que esta expresión cultural data del siglo XIX y desciende de los españoles. Una conmemoración en forma de baile que puede llegar a durar más de 10 horas y que, además, cuenta con el apoyo de la 'Fundación del Mono', que organiza y enseña los valores de la tradición e intenta mantenerla a pesar de la cantidad de visitantes que acuden a este festival autóctono.
Los asistentes se visten con trajes típicos y ropas coloridas pero los que van disfrazados de mono y mayordoma, personajes fundamentales en la celebración, son los que encabezan los bailes. Ellos son los responsables de guiar a los bailarines y, con una correa o peineta, en el caso de la mujer, se encargan de azotar a aquellos que interrumpan la danza.
Aunque comenzó celebrándose por los nativos de la ciudad, en la actualidad, miles de turistas de todos los rincones de Venezuela se dan cita en esta pequeña localidad para celebrar este día festivo que gusta tanto a mayores como a pequeños. Las autoridades locales se han visto obligadas a crear el Monódromo de Caicara, una plaza monumental que alberga a todos los curiosos expectantes para disfrutar de una fiesta que da comienzo la madrugada del 28, aunque es por la mañana cuando comienzan las comparsas por las principales calles del pueblo.
LAS PARRANDAS
Las parrandas, formadas por 5 componentes, se citan en la tarima del monódromo para interpretar temas inéditos o costumbristas al ritmo de Mariselas, Maremares y Matachis, melodías indígenas que relatan la cotidianidad del mono.
Una de las más representativas de la ciudad de Caicara es la de Garibaldo: un grupo con más de tres décadas de recorrido cuya música se ha extendido por todo el país para dar a conocer esta curiosa y atractiva práctica.