CIUDAD DE MÉXICO, 20 Nov. (Notimérica) -
Porfirio Díaz llevaba 34 años siendo presidente de México, una época caracterizada por un alto crecimiento económico pero con una marcada desigualdad y maltratos hacia los menos favorecidos, lo que trajo como consecuencia el inicio de la Revolución Mexicana, catalogado como el acontecimiento político y social más importante del siglo XX en la nación azteca.
El 20 de noviembre de 1910 se inició el movimiento insurreccionista encabezado por Francisco Madero, quién había estado previamente en prisión por el cargo de sedición. Luego de recuperar la libertad, Francisco Madero se refugio en los Estados Unidos y promulgo el Plan de San Luis, un llamado al pueblo mexicano para tomar las armas en contra del gobierno dictatorial.
El conflicto armado se inició en el norte del país y posteriormente se expandió a otras partes del territorio nacional. Una vez que los sublevados ocuparon Ciudad Juárez (Chihuahua), Porfirio Díaz presentó su renuncia y se exilió en Francia. El levantamiento tuvo el respaldo de Francisco 'Pancho' Villa en nombre de los aldeanos; Emilio Zapata, en representación de los campesinos y otros lideres populares.
DESPUÉS DEL 'PORFIRIATO'
En el año 1911 se celebraron nuevas elecciones siendo Madero el vencedor. Pero como era de esperar, su gobierno que se alzó con la ayuda de una revolución pronto se topó con alzamientos de los que habían sido sus aliados.
Madero pretendió cambiar el rumbo de la nación mexicana: restauró la constitución de 1857, estableció el sufragio popular, prohibió la reelección, etc.; pero estas reformas no fueron suficientes ya que el pueblo seguía teniendo muchas carencias. En estas circunstancias Emiliano Zapata, jefe guerrillero del sur, propuso el Plan Ayala, dando la idea de distribuir la tierra entre los campesinos y apropiándose él mismo de algunas haciendas que distribuyó entre los trabajadores.
Por otro lado, Francisco 'Pancho' Villa organizó un ejercito popular de mineros, peones, vaqueros y bandidos y repartió dinero entre los campesinos, ganándose el respaldo de este vasto sector. Contra Madero se unieron conservadores, latifundistas, el clero y su ministro de Guerra, Victoriano Huerta.
Este nuevo golpe, denominado 'Decena Trágica', fue dirigido por Huerta, quien días antes acordó con el embajador de EEUU y el sobrino de Porfirio Díaz, Félix Díaz, ocuparse del cargo de presidente hasta poder cedérselo a este último. Su nombramiento como presidente y la dictadura militar que instauró, reprimiendo nuevamente la democracia y la libertad, alteró a otros sectores de la revolución y distanció su relación con Estados Unidos que no compartía su forma de gobierno.
Entre otros, los líderes revolucionarios Venustiano Carranza y Pancho Villa lucharon en una 'revolución constitucionalista' por la restauración de los derechos sociales. El gobierno de Huerta realmente acabó poco después de la intervención de Estados Unidos en México, cuando el presidente de Estados Unidos en aquella época, Woodrow Wilson, mandó la ocupación del Puerto de Veracruz.
En agosto de 1914, Huerta dejó el país y Carranza entró en la ciudad de México. Pero no todos los revolucionarios estaban de acuerdo con que Carranza fuera el Primer Jefe, como se había hecho llamar, ni qué rumbo debía seguir la revolución. Los caudillos revolucionarios y sus representantes se reunieron en Aguascalientes, en octubre de 1914, para ponerse de acuerdo en la Soberana Convención Revolucionaria.
Los convencionistas decidieron adoptar parte del programa de Zapata sobre el reparto de tierras a los campesinos y eligieron como presidente interino de la República a Eulalio Gutiérrez. Los grupos villistas y zapatistas aceptaron esta decisión pero Carranza no la acató. La revolución quedó convertida en la lucha entre dos bandos irreconciliables: carrancistas contra villistas y zapatistas.
Carranza quiso evitar malestares en ciertos sectores del país que pudieran desembocar en nuevos alzamientos. De ese modo, redactó la Constitución de 1917 siendo fiel a las promesas que hizo al pueblo. La carta magna perdura hasta hoy, siendo la fuente de las normas que rigen México actualmente.
El final de la Revolución Mexicana está marcado por el asesinato de Carranza en 1920 a manos de los partidarios de Álvaro Obregón, quien se sublevó y tomó el poder. Pese a todo la violencia continuó por varios años en México, incluyendo también los asesinatos de Pancho Villa en 1923 y el del propio Obregón en 1928.