BUENOS AIRES, 6 May. (Notimérica) -
Eva Duarte de Perón, mundialmente conocida como Evita, cumpliría mañana martes 7 de mayo 100 años. A los 33 una grave enfermedad le arrebató la vida, y con su adiós prematuro se creó uno de los mitos más emblemáticos y poderosos de Argentina, cuyo legado perdura a día de hoy.
Nacida en 1919 en la localidad de Los Toldos --aunque historiadores apuntan a que fue en Junín--, Evita era hija de la relación extramatrimonial de Juan Duarte con Juana Ibarguren. Este hecho hizo que Duarte tuviera que mantener dos familias al mismo tiempo: una 'legítima' en la ciudad de Chivilcoy, compuesta por su esposa Adela D'Huart y seis hijos; y otra surgida por Juana Ibarguren y la pequeña Eva.
Evita crecería en su localidad natal, donde se recuerdan las primeras anécdotas de su fuerte carácter. Uno de estos momentos fue cuando, fallecido su padre en un accidente de tráfico, Eva --de siete años por entonces-- viajó con su familia a Chivilcoy para asistir al velatorio. La familia 'legítima' de su padre prohibió la entrada a su madre y a ella. Sin embargo, Evita no dudó en desobedecer y asistió al entierro.
Al cumplir los 16 años, asfixiada por el ambiente pueblerino, decidió mudarse a Buenos Aires y convertirse en actriz. Sola, sin recursos ni educación, se enfrentó a una metrópoli hostil y dura trabajando como actriz en pequeños locales y en la radio. De hecho, obtuvo entre sus primeros trabajos un papel secundario en la compañía teatral de Eva Franco. El 28 de marzo de 1935 debutaría profesionalmente en el Teatro Comedias.
Durante los siguientes años, Eva Duarte fue logrando un cierto reconocimiento actuando en películas como actriz de segunda línea, como modelo y, sobre todo, con una carrera exitosa como locutora y actriz de radioteatros, lo que le proporcionó una situación económica estable y cómoda. Fue este estatus el que le permitió conocer en 1944 al coronel Juan Domingo Perón, quien la cautivó a través de sus discursos radiofónicos en defensa de los más desfavorecidos, confesó Eva.
En ese momento, Perón estaba al frente dos importantes carteras del Gobierno: la Secretaría de Guerra y la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social. A pesar de su diferencia de edad, ambos compartían el origen humilde y el resentimiento hacia las clases altas dominantes.
Al año siguiente de conocerse, en 1945, Perón y Duarte se casaron. Ese mismo año, el coronel fue destituido de sus cargos y encarcelado en la isla de Martín García. Fue entonces cuando Eva mostró su gran energía y carisma para conectar con los sectores nacionalistas del Ejército de Argentina afines a su marido, así como con los trabajadores.
El 17 de octubre de este año miles de trabajadores, a los que se refirieron como 'descamisados', ocuparon el centro de Buenos Aires para exigir la libertad del político, provocando la mayor manifestación popular en el país hasta ese entonces. Puesto en libertad, Perón se presentó a las elecciones de 1946 y obtuvo un rotundo triunfo. Eva se convirtió en Primera Dama de Argentina, impulsando la política social desde la Fundación Eva Perón, financiada con fondos públicos.
Evita se convirtió en rostro y enlace de la Presidencia con las organizaciones obreras argentinas. La preocupación por la situación de la mujer le llevó a fundar en 1949 el Partido Peronista Femenino, incluso es considerada por muchos biógrafos como una de las impulsoras de la igualdad de género en toda la región latinoamericana, pues promovió medidas orientadas a mejorar la integración de la mujer en el mundo laboral e impulsó el sufragio femenino, aprobado en Argentina en 1946.
En las elecciones generales de 1951, las primeras en las que las mujeres pudieron votar y ser candidatas a la Presidencia, la Confederación General del Trabajo propuso la candidatura de la Primera Dama al cargo de la Vicepresidencia de la Nación, acompañando a Perón. Evita renunció.
Se puso en conocimiento de Eva la grave enfermedad que padecía. La primera manifestación de su enfermedad se había dado en 1950, cuando sufrió un desmayo en medio de un acto público. A comienzos de 1951, volvió a sufrir otro desmayo cuando se encontraba en la Fundación Eva Perón. El avance del cáncer la volvía cada vez más débil y la obligaba a guardar reposo.
En noviembre de 1951 fue intervenida quirúrgicamente. Seis días después, tras la operación --que no salvaría su vida por el avanzado estado de la enfermedad--, votó postrada en su cama durante las elecciones generales que consagrarían la reelección de Perón.
El 26 de julio de 1952, a la edad de 33 años, fallecería Eva Perón. La Central General de Trabajadores declaró tres días de paro y el Gobierno estableció un duelo nacional de 30 días. La procesión de su cuerpo fue seguida por más de dos millones de personas y su paso por las calles recibió una lluvia de flores arrojados desde los balcones cercanos, una imagen que marcaría la historia argentina.
Su cuerpo, embalsamado y mantenido en exposición, fue secuestrado cuando la Revolución Libertadora derrocó a Juan Domingo Perón en 1955, haciéndolo desaparecer durante 14 años.