Actualizado 28/11/2018 17:28

La vicepresidenta de Ecuador niega las acusaciones en su contra por corrupción y las califica como "calumnias"

La vicepresidenta de Ecuador, María Alejandra Vicuña
REUTERS / STRINGER .

   QUITO, 28 Nov. (Notimérica) -

   La vicepresidenta de Ecuador, María Alejandra Vicuña, negó este martes las acusaciones en su contra por presuntamente realizar cobros irregulares a un excolaborador cuando esta ejercía como asambleísta.

   "Jamás nadie ha condicionado ni el ingreso ni la permanencia y menos la estabilidad laborar a pagar ni un solo centavo. A través de una campaña sistemática se pretende afectar al gobierno y a mí en particular. A quién beneficia esta situación?: a quienes quieren crear caos político, crisis política en el país", aseguró la vicepresidenta según informó la agencia 'Sputnik'.

   La funcionaria calificó las acusaciones en su contra como "calumnias" y afirmó que siempre hay un beneficiario detrás de estas acciones.

   Además, Vicuña anunció que próximamente realizará la respectiva denuncia ante la Fiscalía del país por las acusaciones en su contra. La vicepresidenta enfatizó que los aportes recibidos "siempre han sido transparentes y se ha dejado constancia de ello".

   La fiscal general de Ecuador, Ruth Palacios, anunció este martes el inicio de una investigación preliminar contra la vicepresidenta de Ecuador en base a una denuncia por el supuesto cobro de 'diezmos' al personal a su cargo cuando era diputada.

   La denuncia parte de un exasesor de Vicuña que en una declaración jurada indicó que entre 2011 y 2013 hizo depósitos mensuales a una cuenta bancaria a nombre de la entonces miembro de la Asamblea Nacional. La suma de las transferencias realizadas superaría los 20.000 dólares, según informó el diario ecuatoriano 'El Telégrafo'.

   "Se practicarán, dentro de la investigación previa, todas las diligencias necesarias para esclarecer el ilícito", se ha limitado a decir la jefa del Ministerio Público en declaraciones a la prensa, rehusando dar detalles por tratarse todavía de un asunto reservado.