CARACAS, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha advertido este miércoles a los funcionarios estadounidenses de que, "si se ponen cómicos", los expulsará a "todos" del país iberoamericano, en el marco de la última crisis bilateral.
"Si se ponen cómicos, los expulso a todos. No voy a permitir que nadie venga a meterse con este país. No existe imperio que amedrente a Venezuela", ha dicho desde la Comandancia General de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), en Caracas.
En la misma línea, ha instado a estar "alerta" con cualquier ex funcionario de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) o de otra agencia gubernamental del país norteamericano que ahora esté trabajando en empresas privadas en Venezuela.
Además, ha criticado las declaraciones de la encargada de negocios de Estados Unidos en Caracas, Kelly Keiderling, por calificar de "falsas" las acusaciones formuladas por el Gobierno venezolano para expulsar a tres diplomáticos estadounidenses, incluida ella.
"Ayer, la vida me dio la razón por la altanería, la prepotencia, con la que salió la encargada de negocios de Estados Unidos en Venezuela. Nunca se había visto que saliera públicamente a retar a un presidente, a un pueblo entero", ha apuntado.
Maduro ha explicado que los funcionarios estadounidenses "están molestos" porque "les han metido el dedo donde hay que meterlo". "Les desarticulé el equipo de vanguardia para desestabilizar nuestro país", ha sostenido, según ha informado el diario venezolano 'El Universal'.
CRISIS BILATERAL
El pasado lunes, Maduro dio un plazo de 48 horas a Keiderling y a los también diplomáticos estadounidenses Elizabeth Hoffman y David Moo para salir de Venezuela, asegurando que, junto a la oposición, preparaban un plan para derrocar a su Gobierno.
Maduro ha presentado como pruebas un vídeo y unas fotografías del pasado 27 de septiembre donde Keiderling, Hoffman, y Moo aparecen reunidos con el alcalde del municipio de Heres --ubicado en el estado de Bolívar (sur)--, el opositor Víctor Fuenmayor.
"Todas las acusaciones de conspiración, de que vamos a acabar con el mundo, son falsas", dijo Keiderling, en la rueda de prensa celebrada ayer en Caracas, al tiempo que admitió que "si la acusación es reunirse con la sociedad civil", era culpable.
En respuesta, Estados Unidos ordenó expulsar a los diplomáticos venezolanos Calixto Ortega, encargado de negocios; Mónica Alejandra Sánchez Morales, subsecretaria de la Embajada en Washington; y Marisol Gutiérrez de Almeida, cónsul general en Houston.
"Es completamente rechazable que el Gobierno venezolano haya decidido expulsar otra vez a diplomáticos estadounidenses con acusaciones infundadas, por lo que merece una acción recíproca", explicó un portavoz del Departamento de Estado a la cadena CNN.
No obstante, se mostró consciente de que las expulsiones de diplomáticos "son contraproducentes". "No atienden al interés de ninguno de los dos países y, desde luego, no son una forma seria de dirigir la política exterior", reconoció.
El Gobierno venezolano ha repudiado la expulsión de Ortega, Sánchez Morales y Gutiérrez de Almeida, al considerar que "no es una decisión recíproca" porque, a diferencia de sus colegas estadounidenses, han mantenido una "conducta inequívoca" y "no han osado en ningún momento sostener reuniones con la oposición al Gobierno de Barak Obama".
Desde su llegada al Palacio de Miraflores, tras ganar las elecciones presidenciales del pasado 14 de abril, Maduro ha denunciado en numerosas ocasiones la supuesta existencia de planes urdidos desde Estados Unidos y Colombia para derrocar a su Gobierno, e incluso acabar con su vida.