CARACAS, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez, ha advertido este miércoles de que su homólogo estadounidense, John Kerry, está pidiendo autorización al Congreso "para declarar la guerra al mundo entero".
"En estos momentos el secretario de Estado John Kerry está solicitando permiso al Congreso de Estados Unidos para declarar la guerra al mundo entero", ha dicho en una entrevista concedida a Venevisión.
"Nosotros hacemos una alerta, nuevamente, a la comunidad internacional: Kerry está en estos momentos pidiendo permiso para que el presidente, Barack Obama, pueda intervenir militarmente sin condición geográfica", ha sostenido.
Rodríguez ha señalado que "esto no tiene precedente alguno en la historia de la humanidad" porque "significa que Estados Unidos puede intervenir militarmente no importa en qué lugar del planeta". "Están a un paso de declarar la guerra al mundo entero", ha insistido.
Por ello, ha indicado que "Venezuela y todos los países del mundo tienen que prepararse para la defensa de la integridad de su territorio y de su población" ante la "política belicista" de la Casa Blanca, según ha informado Noticias 24.
"Lo que hoy está ocurriendo en el Congreso de Estados Unidos confirma lo que hemos venido denunciando sobre una política exterior que no contempla el uso del diálogo, que no lleva amor y paz a los pueblos, sino agresión y muerte por donde pasa", ha criticado.
"PETULANTE Y GROSERA"
Rodríguez también ha cargado contra la subsecretaria del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, a la que ha tildado de "petulante y grosera" por exigir a Venezuela "respeto a las normas democráticas".
La jefa de la diplomacia venezolana ha aclarado a Jacobson que a Venezuela "nadie le dice lo que tiene que hacer". "Yo la conozco muy bien porque la he visto personalmente: su forma de caminar, su forma de masticar. Tiene que tener modales para los tratos entre las personas y los países", ha instado.
Las declaraciones de Rodríguez se enmarcan en la escalada de tensión bilateral por la decisión de Estados Unidos de sancionar a los funcionarios venezolanos implicados en las violaciones de Derechos Humanos durante la ola represiva de 2014.