CARACAS, 6 Dic. (Notimérica) -
Los venezolanos tienen en su mano la votación para conformar un Parlamento clave en la historia del 'chavismo'. Unas elecciones donde por primera vez en la historia, la oposición llega más fuerte que nunca y con la posibilidad de arrebatar la mayoría que el oficialismo ha mantenido durante 16 años en la Asamblea Nacional.
Dependiendo de la magnitud de una posible victoria, la oposición podría cambiar leyes orgánicas, vetar ministros, y, entre otras cosas, modificar la constitución de los poderes públicos, atribuciones que a día de hoy están en manos de los partidos del actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
La mayoría de los últimos sondeos coinciden en el avance de la oposición y en que los comicios de este 6 de diciembre reflejarán el descontento de una población agobiada por una crisis económica expresada en la inflación más alta de América, recesión y escasez de bienes básicos.
A pesar de que muchos analistas sostienen que lo único que queda por definir este domingo es por qué margen perderá el 'chavismo', en la oposición prefieren guardar mesura y recordar que de la última veintena de elecciones, sólo ganaron una.
En el pasado mes de mayo, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) celebró las elecciones primarias para designar a los candidatos a los comicios electorales de este 6 de Diciembre, donde participaron más de 640.000 persona, el doble de la participación del electorado en las primarias del 2010.
Las elecciones primarias en la MUD sirvieron para designar a 37 de los 167 candidatos que presentará a los comicios parlamentarios. Los 130 restantes serán designados directamente por la cúpula opositora.
De la misma forma, en septiembre, la MUD presentó el comando de campaña para las elecciones legislativas. Esta coalición está dirigida por el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús 'Chuo' Torrealba. Bajo el nombre de "Venezuela Unida" cuenta con un "grupo ejecutivo" integrado por los líderes de los partidos Acción Democrática (AD), Henry Ramos Allup, Primero Justicia (PJ), Julio Borges, Un Nuevo Tiempo (UNT), Enrique Márquez, y el coordinador encargado de Voluntad Popular (VP), Freddy Guevara. A este grupo se incorporó el gobernador de Miranda y dos veces excandidato presidencial Henrique Capriles, así como los gobernadores de Amazonas, Liborio Guarulla, y Lara, Henri Falcón.
Torrealba sostiene que la prioridad de la oposición, de lograr la mayoría de los 167 escaños, sería una Ley de Amnistía y Reconciliación que no sólo beneficiaría a líderes opositores presos, como Leopoldo López, sino también a sindicalistas, indigenistas, entre otros, encerrados por criticar al Gobierno.
Sin embargo, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) no está dispuesto a ceder fácilmente sus años de hegemonía y lleva todo un año preparando la artillería de cara a las elecciones parlamentarias del 6D.
El pasado mes de junio más de 1.100 precandidatos participaron en las primarias oficialistas, que estuvieron acompañadas de un amplio despliegue. En estas primarias se escogieron a 113 candidatos por nombres y apellidos, mientras que 54 fueron presentados en la lista de consenso partidista.
Entre todos los candidatos a la Asamblea figuran seis ministros, cinco exministros, un viceministro, dos alcaldes y un funcionario de alto nivel. También hay tres cantantes y un deportista.
Del lado de los políticos, destaca la primera dama, Cilia Flores, que encabeza la lista y se presenta por el estado de Cojedes, y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, que se presenta por el estado de Monagas.
¿MAYORÍA SIMPLE O CALIFICADA?
Los ojos del mundo seguirán de cerca los comicios donde están habilitados para votar 19,5 millones de venezolanos porque, de triunfar la oposición, sería la primera vez que la "revolución" socialista iniciada en 1999 por el fallecido Hugo Chávez, tendría un contrapeso.
Pero analistas han ido más allá al asegurar que un triunfo opositor marcaría un punto de inflexión que podría abrir un nuevo balance de fuerzas con una oposición vigorizada.
"El Gobierno, que controla la mayoría de las instituciones del Estado, creará obstáculos para ello, lo que resulta en un empeoramiento de la dinámica política y, a su vez, impide cualquier corrección sobre la política económica", señalaron analistas.
Algunos hasta creen que, de ganar por un amplio margen, una oposición envalentonada apostaría por un referéndum revocatorio contra Maduro, constitucionalmente permitido a partir de abril de 2016, a la mitad de su período de seis años.
Con una mayoría simple, la oposición podrá aprobar el presupuesto nacional y créditos adicionales, investigar e interpelar a funcionarios públicos, introducir enmiendas a la Constitución y, entre otras cosas, aprobar una Ley de Amnistía que buscará liberar a quienes consideran "presos políticos".
Con la mayoría calificada de más de 100 diputados, sin embargo, el panorama mejoraría para la oposición al poder sancionar leyes habilitantes que dan poderes especiales para gobernar y emitir su voto de censura contra el vicepresidente y los ministros.
Con dos tercios de los escaños, la bancada opositora podría promulgar o modificar leyes orgánicas, convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, someter a referendo los tratados o convenios internacionales y nombrar o remover a miembros de los otros poderes públicos, pero con autorización del máximo tribunal del país, que está en manos del oficialismo.
"Tenemos que ver el 6 de diciembre como el punto de partida para el cambio que vendrá en Venezuela", dijo el líder de la oposición y dos veces candidato presidencial Henrique Capriles. "Esto tiene que cambiar".