MADRID 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Australia ha anunciado la apertura de una investigación para intentar determinar si un ciudadano australiano que combatía junto a las Fuerzas Armadas ucranianas ha sido ejecutado por las tropas rusas, un hecho que, de confirmarse, podría derivar en la adopción de nuevas medidas de represalia contra Rusia.
Las autoridades intentan determinar el paradero y situación de Oscar Jenkins, un ciudadano de Melbourne de 32 años que habría sido capturado el año pasado en el Donbás ucraniano. Antiguos compañeros citados por la cadena pública ABC dan por hecho que está muerto y sospechan que fue ejecutado poco después de su detención.
El primer ministro, Anthony Albanese, ha confirmado en declaraciones a los medios que buscan una "aclaración urgente", razón por la cual ya ha hablado con el embajador ucraniano en Australia y pide ahora explicaciones a Rusia. Aunque ha abogado por "esperar a que los hechos salgan a la luz", ya ha adelantado que adoptarán "la acción más contundente posible" se confirman las informaciones.
Albanese ha preferido no especular sobre potenciales medidas, mientras que la ministra de Exteriores, Penny Wong, se ha limitado a decir en una entrevista radiofónica que "todas las opciones están sobre la mesa", incluida la expulsión del embajador ruso. La jefa de la diplomacia ha admitido que las relaciones con Moscú son ya "difíciles".
El jefe de gabinete de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, ha explicado en ABC que Kiev "desconoce los detalles" de la situación de Jenkins, aunque ha aprovechado para reconocer la labor de los "héroes" extranjeros que se han unido a la causa de Ucrania al hacer frente en el campo de batalla a la invasión iniciada por Rusia hace casi tres años.