Peña Nieto y López Obrador coinciden en que el nuevo acuerdo comercial es un avance para México mientras Trudeau admite que Canadá ha tenido que hacer concesiones duras y pueden costarle la reelección
MADRID, 2 Oct. (OTR/PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha mostrado su euforia tras lograr este domingo un nuevo pacto de libre comercio con Canadá y México. De hecho, ha calificado el tratado como un triunfo para los trabajadores de Estados Unidos, mientras que los inversores se han mostrado aliviados de que los pilares del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) hayan sobrevivido a su dura estrategia para reformular el intercambio global.
Pese al optimismo el magnate, que ha calificado el nuevo acuerdo como "el mayor acuerdo comercial en la historia de Estados Unidos" y ha adelantado que devolvería empleos perdidos en el país, muchos economistas y expertos en comercio han calificado los pronósticos del presidente de "excesivamente optimistas", según publica el diario local 'The Washington Post'.
Washington y Ottawa alcanzaron este domingo un acuerdo después de semanas de tensas negociaciones bilaterales para actualizar el TLCAN, que fue firmado en 1994. Estados Unidos logró en agosto un pacto comercial separado con México, el tercer miembro del acuerdo.
El nuevo Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, según sus siglas en inglés) apunta a llevar más empleos a Estados Unidos, mientras que Canadá y México aceptan un comercio más restrictivo con su vecino, su principal socio exportador.
"Estas medidas apoyarán muchos, cientos de miles, de empleos estadounidenses", ha afirmado Trump en declaraciones en la Casa Blanca, describiendo el acuerdo como el "más importante" que Estados Unidos ha alcanzado.
"Significa que habrá muchos más trabajos estadounidenses y estos son empleos de alta calidad", ha aseverado el magnate neoyorquino que se ha referido en reiteradas ocasiones al TLCAN como un acuerdo terrible para su país.
El colapso del TLCAN podría haber cerrado el acceso de los agricultores estadounidenses a los mercados de México y Canadá, en momentos en que China ha frenado las compras de soja y otras materias primas estadounidenses. El pacto beneficia a una importante base electoral de Trump.
Es posible que cualquier aumento de las contrataciones en Estados Unidos tarde años, pero el acuerdo brinda a Trump una victoria que beneficia a los candidatos republicanos de cara a las elecciones legislativas del 6 de noviembre.
Según los expertos, lo que hubiera sido un desastre es que no hubiera habido ningún pacto debido a lo entrelazada que está las economía en los tres países. No obstante, y dicho que un acuerdo es preferible a la ausencia de él, el éxito de este nuevo trato es relativo en términos globales.
Los analistas explican que a algunas empresas les irá mejor que a otras pero en términos globales el impacto en la enorme economía estadounidense no será significativo.
El éxito no obstante es para Trump en términos políticos, ya que parece salir reforzado de un acuerdo en el que defiende supuestamente los intereses de sus trabajadores mientras los expertos apuntan a que apenas se notarán los cambios.
Es más, funcionarios de la industria automovilística han señalado de manera privada que el aumento del empleo sería más limitado de lo que augura el presidente, en parte porque reglas de contenido más estrictas de automóviles subirían su precio, incluso cuando el acuerdo alivia los temores de que tendrían que deshacer cadenas de suministro y cambiar las actuales plantas de ensamblaje.
CONSECUENCIAS POLÍTICAS PARA TRUDEAU AL HACER CONCESIONES
Hablando en Ottawa, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha afirmado que el tratado elimina la incertidumbre, aunque ha reconocido que su país tuvo que hacer concesiones difíciles. La industria de lácteos de Canadá lo ha criticado por dar más acceso al mercado a las importaciones estadounidenses.
"Tuvimos que hacer concesiones, y algunas fueron más difíciles que otras", ha recalcado Trudeau. "Nunca creímos que sería fácil, y no lo fue, pero hoy es un buen día para Canadá", ha añadido.
Pero la decisión del Gobierno liberal de Trudeau en este nuevo tratado, sacrificando la industria lechera canadiense, puede tener consecuencias políticas y costarle su reelección en octubre de 2019.
Aunque los sindicalistas e industriales canadienses han aplaudido el pacto trilateral a falta de conocer los detalles, los agricultores han reaccionado de inmediato criticando al presidente por abrir el mercado lácteo a los productos de Estados Unidos cuando encima Washington ha anunciado el lunes que mantendría los aranceles al acero y al aluminio y que también afectan a Canadá.
Tras el pacto con EEUU, los exportadores de leche de EEUU tendrán un acceso del 3,6 por ciento al mercado de su vecino del norte y desmantela el control del precio del excedente de leche descremada que Canadá negoció entre los agricultores y los procesadores del país.
EN MÉXICO, SATISFECHOS EL PRESIDENTE ELECTO Y EL SALIENTE
Quienes se han mostrado satisfechos por el nuevo acuerdo han sido el presidente saliente Enrique Peña Nieto y el presidente electo, Juan Manuel López Obrador.
Peña Nieto ha celebrado el pacto. "La modernización del acuerdo comercial entre México, Canadá y Estados Unidos concluye 13 meses de negociaciones y logra lo que nos propusimos al inicio: un acuerdo ganar-ganar-ganar", ha manifestado a través de su cuenta en la red social Twitter.
El acuerdo protege bastante a Canadá y México ante la perspectiva de aranceles estadounidenses sobre sus vehículos, aunque hará más difícil a las automotrices globales fabricar automóviles a menor precio que en México.
El ministro de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, ha indicado este lunes que el nuevo acuerdo comercial podría ser firmado por los líderes de los tres países cuando se reúnan en la cumbre del G-20 en Buenos Aires y podría entrar en vigor en el segundo semestre de 2019.
Por su parte, el futuro ministro de Asuntos Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, ha dicho este lunes que el Gobierno que asumirá el cargo el 1 de diciembre promoverá una nueva política industrial de cara a los retos que representan las reglas de origen en el marco del nuevo TLCAN.
Del mismo modo, el mandatario mexicano ha reconocido la labor de los equipos negociadores de los tres países, el acompañamiento del sector empresarial mexicano, así como "el papel constructivo del equipo nombrado por el presidente electo", Andrés Manuel López Obrador, que tomará posesión el próximo 1 de diciembre.
Las reglas de origen negociadas en la industria comercial establecen que aumentarán de 62 a 75 por ciento los componentes fabricados en los tres países de Norteamérica.
Peña Nieto podría firmar el nuevo acuerdo días antes de terminar su mandato, entre el 29 y el 30 de noviembre, para que comience la revisión del Senado con miras a su adopción definitiva.
López Obrador ha destacado que el buen trabajo del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha tenido" una actitud abierta y tolerante", lo que ha permitido alcanzar un tratado que ha considerado "beneficioso para los tres países".
Según el mandatario, el USMCA presentará condiciones favorables para la inversión y el empleo, así como certidumbre a la economía nacional. "Por lo que a nosotros corresponde estamos de acuerdo con la negociación que se llevó a cabo", ha manifestado, según ha informado el diario local 'El Universal'.