Un comité de Uad al Nura acusa a las paramilitares RSF de masacrar a cerca de cien personas durante un ataque contra la ciudad
MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
El número de desplazados a causa de la guerra desatada en abril de 2023 entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) roza ya la barrera de los diez millones, según ha alertado este jueves la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en el que es la peor crisis de desplazamiento interno del mundo.
La Matriz de Seguimiento del Desplazamiento (DTM) del organismo refleja que 9,9 millones de personas se encuentran desplazadas en 18 estados del país, cifra que incluye 7,1 millones de desplazados desde el estallido del conflicto y 2,8 millones que ya lo estaban previamente. Más de la mitad de estas personas son mujeres y más de una cuarta parte son niños de menos de cinco años.
"Imaginen una ciudad de la ciudad de Londres siendo desplazada. Es a loq ue se parece, pero pasa con la amenaza constante del fuego cruzado, hambruna, enfermedades y una brutal violencia étnica y de género", ha dicho la directora general de la OIM, Amy Pope, quien ha señalado que las necesidades humanitarias en el país "son masivas, graves e inmediatas".
Así, ha lamentado que "sólo un 19 por ciento de los fondos solicitados han sido entregados", por lo que ha recalcado que "son necesarios esfuerzos internacionales unificados para evitar una hambruna" en el país, del que además han huido más de dos millones de personas hacia Chad, Egipto y Sudán del Sur.
El conflicto en el país, en el que viven cerca de 50 millones de personas, tiene su epicentro durante las últimas semanas en la ciudad de Al Fasher, capital de Darfur Norte, donde cerca de 800.000 civiles permanecen atrapados en medio de los intensos enfrentamientos entre el Ejército y las RSF, que impusieron un cerco a la ciudad.
El director de la OIM para Oriente Próximo y Norte de África, Ozman Belbeisi, ha subrayado que "carreteras cruciales que salen de Al Fasher se encuentran bloqueadas, lo que impide que los civiles lleguen a zonas más seguras y limita la cantidad de comida y otra ayuda humanitaria que entra en la ciudad".
"Nos unimos a Naciones Unidas a la hora de pedir un fin inmediato de los combates y garantías para un acceso humanitario seguro, sostenido y sin restricciones a través de las fronteras y de las líneas de frente", ha dicho Belbeisi, quien ha alertado de que "millones de vidas dependen de ello", según un comunicado publicado por la OIM.
En este contexto, los Comités de Resistencia Civil de la localidad de Uad al Nura, en el estado de Gezira, al sur de la capital, Jartum, han acusado a las RSF de matar a cerca de un centenar de personas durante un asalto contra la ciudad, sin que el grupo paramilitar o el Ejército sudanés se hayan pronunciado por ahora.
El organismo ha publicado un vídeo mostrando el entierro de decenas de víctimas en una plaza de la ciudad y han trasladado al portal sudanés de noticias Sudan Tribune que "Uad al Nura ha presenciado un genocidio después de que la milicia de las RSF llevara a cabo dos ataques y matara a unas cien personas".
Así, ha descrito lo ocurrido como "una masacre" en la ciudad, que ha registrado un éxodo de civiles hacia Al Manaqil, situada en los alrededores. La ciudad está cerca de la frontera con el estado de Nilo Blanco y sus cercanías han sido escenario de la movilización de fuerzas por parte del Ejército y las RSF durante las últimas semanas.
La guerra estalló el 15 de abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar --ahora declarado como una organización terrorista-- en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento definitivo de la transición abierta en 2019 tras el derrocamiento del régimen de Omar Hasán al Bashir.