MADRID 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
Equipos de mantenimiento han comenzado esta pasada noche a reparar la presa siria de Tishirin, en la provincia de Alepo, una infraestructura crucial para garantizar la supervivencia de miles de personas, cuya existencia ha corrido serio peligro al haber sido uno de los epicentros de los recientes combates entre milicias kurdas-árabes y grupos armados respaldados por Turquía.
"Los equipos de mantenimiento ya han entrado en la presa de Tishrin, en los alrededores de la ciudad de Manbij, para comenzar a reparar las grietas y así reanudar su funcionamiento", ha hecho saber la agencia oficial de noticias siria, SANA, en un comunicado.
Las autoridades kurdas del noreste de Siria se han pasado meses avisando de que un colapso de la presa, que hasta ahora ha estado bajo control de sus Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), habría representado una catástrofe humanitaria.
No obstante, las FDS aceptaron esta semana la cesión parcial del control de las instalaciones como parte de un acuerdo con las nuevas autoridades sirias, y ahora es el Ministerio del Interior el que se ocupa de su custodia, a cambio de garantizar la seguridad de la población.
Las milicias que respalda Turquía son el llamado Ejército Nacional Sirio y su objetivo es eliminar cualquier rastro del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, un grupo que Turquía ha declarado como organización terrorista) o de grupos aliados en las filas de las FDS.
Las FDS acusaron a las milicias del ENS de intensificar sus ataques contra la presa, así como contra el puente estratégico de Qere Qozaq en diciembre, cuando una coalición de rebeldes liderada por el islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS) derrocó al régimen del expresidente Bashar al Assad después de tomar Damasco.