MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de El Salvador ha desplegado este miércoles a las fuerzas especiales para combatir a las pandillas, como parte del paquete de medidas aprobado para contrarrestar al repunte de la violencia en la nación centroamericana.
La Fuerza Reacción Rápida está formada por 600 militares y 400 policías preparados para intervenir "inmediatamente" en las zonas más peligrosas de El Salvador causa de la presencia de estas organizaciones criminales, de acuerdo con el diario local 'La Prensa Gráfica'.
El director de la Policía, Howard Cotto, ha explicado que los objetivos son capturar a los cien pandilleros más buscados. El jefe de las fuerzas especiales, Marco Tulio Lima, ha detallado que la prioridad son los criminales escondidos en zonas remotas.
A este respecto, el secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Eugenio Chicas, ha explicado que "se está dando la tendencia de que los criminales abandonan las comunidades y se aíslan en quebradas, en barrancos, en lomas y desde esas latitudes atacan a la población civil".
La creación de este batallón, así como el resto de medidas adoptadas por el Gobierno, cuenta con el respaldo de la oposición que, sin embargo, ha advertido en contra de la "mano dura" que el presidente, Salvador Sánchez Cerén, pretende aplicar.
En respuesta a estas críticas, el vicepresidente, Óscar Ortiz, ha aclarado que "no es mano dura, sino acción firme" para enviar "un mensaje claro a los criminales: el Estado es más fuerte". "No podemos estar de rodillas ante los que toman de manera irracional las vidas de salvadoreños", ha defendido.
Cotto, por su parte, ha añadido que la población civil "puede confiar en estas fuerzas especiales". "Nuestro éxito no está basado en cuántas balas somos capaces de disparar. Nuestro éxito se basa en la confianza de los ciudadanos", ha esgrimido.
El Salvador sufre la peor ola de violencia desde la guerra civil (1980-1992) que dejó 75.000 muertos y 8.000 desaparecidos. De acuerdo con el último informe oficial, los homicidios se han disparado a una media de 22 diarios en los primeros tres meses de 2016.
Las autoridades han achacado este repunte a una estrategia de las pandillas para forzar al Gobierno a negociar una tregua como la acordada hace cuatro años entre las principales pandillas, Barrio 18 y Mara Salvatrucha.