MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha anunciado este viernes una inversión de 32,4 millones de dólares (más de 28,6 millones de euros) en diferentes proyectos que tienen como objetivo recuperar la memoria histórica y potenciar el desarrollo de El Mozote, donde el Ejército masacró a casi 1.000 personas en 1981.
"Este es un proyecto grande (...) pero más que el valor económico, para nosotros tiene un valor de justicia real", ha asegurado el mandatario desde la plaza central de El Mozote, en el departamento salvadoreño de Morazán.
El mandatario ha incidido en que se va a invertir en terminar de asfaltar calles, construir pistas deportivas, una planta de tratamiento de aguas negras y un Centro Urbano de Bienestar y Oportunidades (CUBO) para atender el desarrollo de los jóvenes, entre otras acciones.
Entre los proyectos se encuentran también la creación de una plaza memorial y un anfiteatro, así como un centro de atención geriátrica, una estación de policía y una plaza gastronómica, entre otros.
Sin embargo, el presidente de la Asociación Promotora de los Derechos Humanos de las Víctimas de El Mozote, Leonel Claros, ha explicado que esta acción ha sido arbitraria por parte del Ejecutivo y ha manifestado sentirse inconforme por no tomar en cuenta las opiniones de los familiares de las víctimas y sobrevivientes, según ha publicado este sábado el diario local 'La Prensa Gráfica'.
"Todas esas construcciones fueron una lucha de la gente y la asociación, y ahora por un capricho se pone a destruir lo que ya estaba para montar otro edificio, no le vemos lógica y no tiene sentido", ha aclarado Claros.
El representante regional para América Central y el Caribe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Alberto Brunori, ha anunciado que va a visitar este sábado el caserío El Mozote en conmemoración de los 40 años de la masacre.
Un informe de la Comisión de la Verdad de Naciones Unidas muestra que entre el 10 y el 13 de diciembre de 1981, soldados presuntamente pertenecientes al Batallón Atlacatl torturaron y ejecutaron a más de mil pobladores del caserío El Mozote y otros lugares cercanos, en el departamento de Morazán, a 180 kilómetros al noreste de la capital del país, San Salvador, en busca de guerrilleros.