BOGOTÁ, 24 Jul. (Notimérica) -
Hace 157 años, Colombia fue gobernada por un afrodescendiente. El presidente se llamó Juan José Nieto Gil, un cartagenero de origen humilde al que su intelecto y liderazgo le valieron para guiar al pueblo en tiempos de guerras civiles.
Sin embargo, hay muy pocos que lo recuerdan. Era un hombre de físico "fornido, de piel cetrina clara (o trigueña oscura), ojos zarcos verdosos, nariz recta y amplia, labios finos, cejas arqueadas y cabello negro medio rizado". Así es descrito en el libro pionero en reconstruir su vida y legado, 'El presidente Nieto', del historiador Orlando Fals Borda (fallecido en 2008).
Un aspecto contrario al de los blancos colonos españoles a los que prefería la élite local. Nieto supo pasar por encima de los prejuicios raciales y económicos de la época. Aprendió a leer solo cuando desde niño fue enviado a Cartagena de Indias. Desarrolló así la empatía para manejar a los sectores populares de la ciudad puerto, que desde la colonia ha sido de mayoría de ascendencia negra-mulata.
En momentos de divisiones ideológicas, y un vacío de poder que dejaron los gobiernos del conservador Mariano Ospina Rodríguez, Nieto Gil llegó por votación popular a la Presidencia de Estados Unidos de la Nueva Granada --como por aquel entonces denominaban a Colombia--. Este gobernó durante seis meses, entre enero y julio de 1861.
Nieto Gil se convirtió así en la garantía de protección de los intereses de las clases sociales. Este decretó la abolición de la esclavitud de Cartagena en 1852, haciendo honor a su propia raza.